El tema del embarazo en la adolescencia es una situación difícil que a nadie le gustaría enfrentar, pero es una realidad a la que vemos todos los días.
La verdad es que cada vez se registran altos porcentajes de embarazos en adolescentes y según especialistas, el problema seguirá si no se atiende, la insuficiente educación sexual, la falta de disponibilidad de métodos anticonceptivos, y el que haya maestros poco preparados.
Uno de cada seis nacimientos en el país, ocurre en mujeres menores de 19 años. El embarazo en la adolescencia se considera desde un punto médico y social como una situación de riesgo para la salud y el desarrollo personal de la madre, su hijo y su pareja, pues la mayoría de los nacimientos que ocurren a esa edad son embarazos no planeados y no deseados.
Aun cuando los adolescentes tienen información sobre los métodos anticonceptivos y su forma de uso, solo la mitad de los jóvenes sexualmente activos usa algún tipo de anticonceptivo.
Como padres es un problema que no sabemos enfrentar, sin lugar a dudas la etapa de la adolescencia es la más difícil y donde las decisiones que tomen nuestros hijos marcaran el rumbo de sus vidas, también es cierto que es la edad de mayor inmadurez y donde cometer errores está a la orden del día.
Los padres debemos ayudr y guiar a nuestros hijos para que esta etapa de su vida sea de aprendizaje y madurez para que estén mejor preparados para enfrentar la siguiente etapa de su vida.
No podemos perder de vista que los valores son muy importantes en la educación de nuestros hijos, pero sobre todo los ejemplos son primordiales para su desarrollo, recordemos que en la búsqueda de su propia identidad tienden a imitar conductas de los padres o amigos.
Hay que tener especial cuidado cuando somos madres solteras, hay estudios que nos indican que existe la reincidencia generacional de embarazos.
La comunicación es indispensable, compartir con ellos tiempo para saber cuáles son sus inquietudes y dudas, hablar abierta y respetuosamente de sexualidad es algo que como padres no podemos evadir, pues si en este tema no hacemos un buen trabajo las consecuencias para ellos y para nosotros mismos será devastador.
¿Cuantas historias conocemos de padres adolescentes que terminaron en un final feliz? Honestamente, muy pocas.
La vida tiene sus tiempos, ayudemos a nuestros hijos a ser respetuosos de sus cuerpos y responsables de sus vidas, pero sobre todo a no jugar con el futuro de un ser humano que no eligió esa circunstancia de vida.