En septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó, por unanimidad de los 193 países participantes, entre ellos México, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el año 2030. Por este motivo, los ODS proponen acabar con la pobreza y el hambre, reducir las desigualdades y abordar retos urgentes como el cambio climático.
Y es que en la definición de estos objetivos han participado los gobiernos, empresas, sociedad civil y ciudadanos de todos los rincones del planeta. Su fuerza proviene del carácter universal del acuerdo alcanzado y de la ambición de las metas propuestas. Lograrlas requiere un esfuerzo sin precedentes por parte de todos los sectores de la sociedad, y las empresas juegan un papel muy importante para desempeñar este propósito.
La responsabilidad de las empresas en su actuar será clave para fomentar los valores que promueve, ya que dentro de los diez principios del Pacto Mundial se destaca que en las empresas debe prevalecer el respeto a los derechos humanos, el compromiso de mantener condiciones de trabajo dignas, de proteger el medio ambiente y de evitar prácticas corruptas. Cuando las empresas incorporan los principios del Pacto Mundial en su estrategia y los ponen en práctica en sus procesos, además de cumplir con sus responsabilidades básicas ante las personas y el planeta, aumentan sus posibilidades de alcanzar el éxito a largo plazo.
Y es que la sostenibilidad además es capitalizable, ya que reduce riesgos, hace más eficiente las operaciones, fortalece la relación con la cadena de valor e incluso favorece en un tema de reputación dentro del mercado.
Actualmente, la Red Mexicana del Pacto Mundial cuenta con 777 participantes de los cuales: 167 son empresas grandes y 287 son pequeñas y medianas empresas. Los otros participantes representan al sector de asociaciones y cámaras, academias, fundaciones y organizaciones de la sociedad civil, sindicatos y gobiernos.
En este sentido, no cabe duda de que la participación del sector privado en la implementación de la agenda del Desarrollo Sostenible, supondrá una gran oportunidad para las empresas con visión de futuro, dispuestas a aprovechar los nuevos negocios que se desarrollarán para hacerla realidad.
Actualmente, son tres ámbitos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible especialmente importantes para México: cambio climático y medio ambiente, innovación y desarrollo sostenible y el relacionado con la empresas mexicanas.
Sin duda alguna generar relaciones entre gobiernos e iniciativa privada debe ser fundamental para que los propósitos de la agenda 2030 se materialicen. Por su parte, los gobiernos deben acelerar la creación de marcos normativos que fomenten los diez principios de los ODS, además de incluirlos en la mayor cantidad de empresas mexicanas para así fomentar la innovación en el sentido amplio de la palabra. Necesitamos lograr un mundo mejor y mucho más influyente para el año 2030. Es mi opinión…