“La crisis económica, la inseguridad o la persecución a los dirigentes opositores han sido motivos suficientes para que la sociedad haya dicho basta y optado por un cambio en el mapa político del país”, indicaron medios internacionales sobre el triunfo de la oposición en Venezuela, victoria que ha dado la vuelta al mundo y que podría ser el primer paso tomado por la ciudadanía de aquella nación para dejar atrás la era del chavismo.
Los recientes resultados de las elecciones legislativas son el clic entre la inconformidad ciudadana y el llamado a la acción; el voto venezolano representa la verdadera necesidad de cambio, luego de que tras 16 años de triunfos encabezados primero por Hugo Chávez y después por Nicolás Maduro, una mayoría arrasadora les quitó el control del parlamento.
Con una participación de 74.25 por ciento, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), es decir, la alianza de oposición, obtuvo 68 por ciento de los votos, mientras que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSVU) sólo 32 por ciento.
Estos pasos dados por los venezolanos, podrían ser el castigo para Maduro por las diversas y autoritarias determinaciones que ha tomado, entre ellas, algunas que atentan contra la libertad de expresión, y que lo han llevado a estar en controversia con sus gobernados y en el ojo internacional que lo califica como dictador.
De estas decisiones, el caso que más ha impactado a la sociedad, no sólo de Venezuela, sino mundial, es el de Leopoldo López, encarcelado desde hace dos años y condenado a 13 de prisión tras su participación en las protestas de 2014 contra Nicolás Maduro. López, fue acusado de promover la violencia que causó las muertes y daños a la propiedad que se produjeron durante dichas marchas, a través de sus discursos y mensajes en redes sociales.
Debido a esto y al ser coordinador de Voluntad Popular, uno de los partidos que integra la Mesa de Unidad Democrática, Leopoldo López expresó a través de Twitter que el triunfo pertenecía a los venezolanos, les agradeció poner un alto al gobierno corrupto, ineficiente y antidemocrático, además de solicitar a sus compañeros de la coalición estar a la altura de las esperanzas y expectativas del pueblo.
Nicolás Maduro ha reconocido la victoria de la oposición y sin duda, estará saboreando el dulce amargo de una derrota que permitirá una Venezuela distinta, con debate y sin imposición.
El presidente venezolano tendrá que olvidarse de amenazas e intimidaciones, y además de la victoria contraria, tendrá que reconocer que la democracia tiene como base el sufragio de los ciudadanos, que al ser reprimidos y castigados, azotados por violencia y desestabilizados por una mala economía, se ciñeron a lo único que aún se les respetaba, el voto. Es mi opinión…