Para lograr la igualdad de género se necesitan cambios profundos, sobre todo en la manera de pensar, y para ello es esencial tener una mejor educación y sensibilización, a fin de darnos cuenta de los problemas que existen y poderlos transformar, afirmó la coordinadora para la Igualdad de Género, de la UNAM, Norma Blazquez Graf.
Durante su participación en Vida cotidiana, sociedad en movimiento, programa de la Escuela Nacional de Trabajo Social en Radio UNAM, destacó que hoy se incorporan más a la educación superior y a la profesión de investigación.
Como parte de las actividades conmemorativas del Día Internacional de la Mujer, alertó que, sin embargo, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, en los países no se ha financiado suficientemente el apoyo a sus derechos, y propiciar así que cada vez haya más igualdad.
Además de los beneficios económicos y sociales, se deben crear las condiciones para que tengan autonomía e independencia económica, estudien, cuenten con los medios y herramientas para trabajar y acceder a un salario digno.
Se necesita financiamiento con un presupuesto sensible a género, es decir, etiquetar distintas actividades y programas de trabajo con recursos específicos, y hacer todo lo que sea necesario para acelerar la igualdad de ellas.
Destinar recursos a ese rubro permitirá mayores avances, lo cual las beneficia, a sus entornos y al resto de las personas, recalcó la experta.
Entre las acciones propuestas para tal fin destacan intensificar el combate a la pobreza y acabar con la desigualdad, desarrollo sostenible, sociedad de cuidados, y respaldar a los movimientos y colectivas feministas.
Con esta conmemoración se pretende que las garantías inalienables de ellas se reconozcan plenamente, y en este año, con el lema “Invertir en las mujeres: acelerar el progreso” llamar la atención en lo que falta por hacer.
Blazquez Graf reconoció que, aunque hay avance en los ámbitos, mundial, regional, nacional, incluso en la UNAM, la igualdad de género sigue sin lograrse. “Lo que más nos interesa es garantizar los derechos de las mujeres y las niñas en todas las esferas de la vida, porque eso es lo que permite que nuestro mundo sea cada vez mejor”.
Mujeres y hombres, abundó, tenemos distintas condiciones, tanto en educación, como en el ámbito laboral; es importante conocerlas y diagnosticarlas para emprender acciones pertinentes que lleven a un cambio y que exista la posibilidad de contar con bienes y servicios que atiendan sus necesidades diferenciadas.
En nuestro país, los principales retos para lograr la igualdad son, además, la educación porque tienen menos acceso desde el nivel básico y hasta el superior; y el ingreso a la ciencia desde niñas.
En el rubro laboral es que haya más posibilidades de trabajo digno, sin condiciones de precariedad, consideró la coordinadora de la CIGU.
Blazquez Graf enfatizó que uno de los ejes principales de acción de la instancia a su cargo, desde su creación, ha sido transversalizar la política institucional en igualdad de género; prevenir e intervenir comunitariamente para evitar y erradicar la violencia; propiciar la inclusión comunitaria y, por supuesto, se ha realizado un gran trabajo en educación curricular en la materia.
Asimismo, se ha impulsado la sensibilización, comunicación y cultura para la igualdad, y el establecimiento de un vínculo institucional fuerte para elaborar diagnósticos y análisis de cómo va permeando la igualdad de género en la Universidad.