La CLIA se propone trabajar bajo un modelo multidisciplinario flexible e innovador de atención a las adicciones, al que los universitarios podrán acudir de manera voluntaria atendidos confidencialmente por equipos de trabajadores sociales, siquiatras y psicólogos -jóvenes en su mayoría-, que los acompañarán a ellos y a sus familias durante el tratamiento.
Según el grupo de especialistas que impulsan esta Clínica «es importante que los jóvenes aprenda a detectar riesgos y que las adicciones se atiendan desde una perspectiva de salud pública y no punitiva».Uno de los objetivos de la clínica es que los universitarios acudan a ella a recibir información respecto al consumo de drogas y las adicciones y que luego decidan si requieren tratamiento.
Además señalaron que las características de los consumidores universitarios no difieren de las del resto de la población joven del país. En México, dijeron, las encuestas sobre adicciones señalan que los jóvenes consumen primordialmente sustancias como tabaco, alcohol y marihuana, y que el consumo y las adicciones son un problema en aumento.
Con información de La Jornada