Donald Trump, declaró que prevé impulsar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte desde el primer día de su gobierno, el próximo 20 de enero. Su equipo económico que plantea que de no darse una negociación satisfactoria a los intereses de su gobierno cancelaría el acuerdo.
“La administración de Trump dará vuelta atrás a décadas de política comercial conciliatoria. Nuevos acuerdos serán negociados en pos de los intereses de Estados Unidos y sus trabajadores”, dice un memorándum de la oficina de Trump, según reporte de CNN.
Por su parte, manufactureras de Estados Unidos han alzado su voz para evitar que Donald Trump ataque al intercambio con México y China y que evite medidas como aranceles unilaterales y se concentre en las negociaciones.
La gran preocupación del sector manufacturero tienen es que la nueva política dañe las exportaciones de Estados Unidos.
“Hay 2 millones de empleos en el sector manufacturero en este país que dependen de nuestra relación comercial con Canadá y México”, dijo Linda Dempsey, vicepresidenta de Asuntos Internacionales de la Asociación Nacional de Manufactureros. “Así que a medida que avanzamos, ciertamente no queremos poner esos empleos en peligro”, sostuvo.
Incluso el presidente ejecutivo de Ford Motor Co, Mark Fields, dijo seguiría adelante con sus planes de trasladar la producción de su vehículo compacto Focus a México, medida que recibió críticas de Trump durante la campaña.
“El Congreso y el presidente tienen en mente que la producción y la cadena de suministros están profundamente integradas en los tres países y que esa integración también apoya a muchos empleos en Estados Unidos”, agregó Fields.