Mientras cientos de empleados del Servicio de Administración Tributaria (SAT) en todo el país realizan un paro de “brazos caídos” para denunciar malas condiciones laborales, exceso de trabajo y falta de pago de horas extras, la presidenta Claudia Sheinbaum desestimó la protesta, asegurando que se trata de “pocos trabajadores”.
Durante su conferencia matutina, la mandataria fue cuestionada sobre el paro nacional convocado para el 14 de octubre por trabajadores del SAT, quienes acusan falta de incremento salarial, presiones laborales y condiciones precarias en múltiples oficinas del país.
Sheinbaum respondió con indiferencia: “Son pocos trabajadores”, y añadió que el asunto ya está siendo atendido por el titular del SAT y por el secretario del Trabajo, quienes dijo ofrecerán más información próximamente.
El comentario ha generado molestia entre empleados y ciudadanos, ya que el paro fue convocado de manera simultánea en varias entidades, incluyendo Ciudad de México, Nuevo León, Jalisco, Veracruz, Puebla y Yucatán. En redes sociales, los trabajadores han compartido imágenes de oficinas vacías y testimonios sobre la carga excesiva de trabajo, largas jornadas sin pago y oficinas en mal estado.
Bajo el lema “Es hora de poner un hasta aquí”, los empleados del SAT reclaman que las vacaciones solo pueden tomarse cuando la institución lo permite, además de denunciar un rezago en la actualización salarial y la falta de condiciones dignas para realizar sus funciones.
La declaración de Sheinbaum de que “son pocos” ha sido interpretada como un intento de minimizar el conflicto, en lugar de reconocer el creciente descontento de los servidores públicos. Para muchos, refleja una preocupante falta de sensibilidad ante las denuncias de quienes, desde adentro, sostienen la recaudación fiscal del país.
Mientras el gobierno federal presume austeridad, los trabajadores del SAT aseguran que esa política se traduce en más trabajo, menos pago y nulo reconocimiento.