Debido al incremento inflacionario, el Banco de México decidió aumentar en un cuarto de punto su tasa de referencia para llevarla a 6.75 por ciento. Con este movimiento, acumuló un aumento de 375 puntos desde que inició el ciclo de alza en diciembre del 2015.
La decisión del Banxico sorprendió al mercado financiero que prevé que el alza de los réditos aún no se termine este año.
“Mantenemos nuestro escenario de aumentos de 25 puntos base en junio y en septiembre, ya que aún esperamos que el Banco de México siga a la Reserva Federal durante el resto del año. De ahí que revisamos la previsión de la tasa de política monetaria al cierre del año a 7.25 por ciento”, dijo Eduardo González, analista de Citibanamex.
Por su parte, Mariana Ramírez, analista de Ve por Más, coincidió que los incrementos en la tasa de interés por parte de la autoridad monetaria aún no han terminado para este año, debido a que la autoridad monetaria está encaminándose a regresar al objetivo de estabilidad de precios de una inflación cercana a tres por ciento, y no arriba de cinco por ciento como se ubica actualmente.
Como consecuencia del alza en la tasa se espera que los rendimientos de corto plazo suban, pero los de un horizonte de largo plazo puedan mostrar inestabilidad e incluso una baja moderada.
Con información de El Financiero