La realidad detrás del discurso
El gobierno federal presume haber destinado más de 1.3 billones de pesos en programas sociales durante 2025, la cifra más alta en la historia reciente. Sin embargo, los datos más recientes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) muestran una realidad incómoda: la pobreza en México se mantiene prácticamente igual que hace seis años.
En 2018, el 41.9% de los mexicanos vivía en situación de pobreza. Hoy, esa proporción es del 41.2%, según el informe 2024 del Coneval. En términos absolutos, eso significa más de 52 millones de personas.
Más presupuesto, mismos resultados
Mientras los programas sociales absorben un tercio del presupuesto federal, la desigualdad apenas se mueve. El Coneval advierte que la transferencia de dinero sin políticas complementarias de empleo, educación y salud solo genera dependencia y no movilidad social.
Además, la concentración del gasto en programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida y las Pensiones para Adultos Mayores ha desplazado recursos clave en infraestructura, salud y desarrollo local.
El resultado: millones de beneficiarios, pero pocas oportunidades reales de salir de la pobreza.
La pobreza que no se mide
A la par, el acceso a servicios de salud se ha deteriorado. Entre 2018 y 2024, el número de personas sin acceso médico pasó de 20 a más de 50 millones.
El Coneval identifica esta pérdida de cobertura como el factor que más ha golpeado el bienestar de las familias, especialmente en el sur del país.
Detrás de los discursos y las cifras, hay una verdad que duele: México sigue siendo un país donde nacer pobre significa, casi siempre, morir pobre.