Ambos, líderes de dos países que son ataque predilecto de Trump, lanzaron un fuerte mensaje contra el magnate republicano quien amagó a finales de abril con romper el TLC como método de presión para que echaran a andar las negociaciones y alzó la voz por el «enorme» déficit comercial estadounidense con Berlín. «Además, ellos pagan mucho menos de lo que deberían a la OTAN. Muy mal para EE UU. Esto va a cambiar», había escrito Trump.
Merkel dijo ayer: «ambos países tenemos un fuerte compromiso con el libre comercio y estamos muy unidos en la defensa del medio ambiente», en referencia a dos puntos en los que la agenda de Trump difiere de la de la práctica totalidad del planeta. «Es un momento crucial para el mundo», añadió Peña Nieto. «Es vital defender la democracia, el libre comercio como motor para el desarrollo, los derechos humanos, el respeto al medio ambiente. Y a la Organización Mundial del Comercio como eje del sistema multilateral», sentenció el mandatario.
La visita de Merkel responde a un intento por llenar el vacío que deja Estados Unidos en la segunda mayor economía de Latinoamérica. En las dos últimas décadas, Alemania ha sido el sexto país de origen de la inversión exterior en nuestro país.
Con información de El País