Después de que Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación anunciara este martes que los desaparecidos «fueron quemados, posteriormente fueron molidos, seguramente en un molino de caña, y fueron tirados a un pequeño río”, los familiares dijeron que aceptarían la muerte de los cinco jóvenes «el día que haya pruebas”.
«No estamos satisfechos» con las declaraciones del subsecretario, declaró en entrevista Bernardo Benítez, uno de los padres.
El testimonio de Rubén Pérez el último policía detenido “se debe tomar como una declaración más de la investigación”, añadió.
De acuerdo con Benitez, los padres seguirán acampando en la Fiscalía de Veracruz en Tierra Blanca hasta que se llegue a la verdad y se capture a los autores intelectuales. Los padres desean “resultados, que aparezcan los cinco muchachos, de una u otra forma, y a partir de ahí se empiece a hacer justicia, porque no se vale que esté sucediendo esta situación con tantas desapariciones y tantísimas personas que buscan a sus familiares”.
El titular de la Policía Federal, Enrique Galindo, declaró que el testimonio de Pérez “no es definitivo” y es necesario trabajar más en las líneas de investigación derivadas de la declaración y enfatizó que la búsqueda continúa.
Con información de Noticias MVS