La sesión del Senado para discutir la polémica reforma judicial terminó en caos después de que un grupo de trabajadores, inconformes con la propuesta, irrumpiera en las instalaciones de la Cámara Alta. Con el estribillo «¡El Poder Judicial no va a caer, no va a caer!», los manifestantes lograron llegar hasta el patio central y trataron de forzar la entrada al salón de plenos, empujando las puertas de cristal que fueron cerradas apresuradamente por el personal de seguridad.
La irrupción de los manifestantes provocó un receso inmediato en la sesión, dejando en pausa el debate sobre una reforma que ha generado tensiones entre los legisladores y los trabajadores judiciales. En el salón de sesiones, algunos manifestantes incluso bajaron hasta las curules de los senadores, obligando a varios legisladores a salir y refugiarse en sus oficinas.
Acusaciones de traición y ausencias notables
El enojo de los manifestantes no solo se dirigió contra la propuesta de reforma, sino también contra ciertos legisladores. El panista Miguel Ángel Yunes fue uno de los más señalados, acusado de «traidor» por los manifestantes debido a su posición en la discusión de la reforma. El senador de Movimiento Ciudadano, Daniel Barreda, tampoco escapó de las críticas, ya que su ausencia en la sesión fue vista como una falta de compromiso en un momento crucial.
Imágenes del portazo en el Senado.
👇 pic.twitter.com/ZNPMiDcL5n— Héctor de Mauleón (@hdemauleon) September 10, 2024
Incertidumbre en el Senado
La Mesa Directiva del Senado analiza las acciones a tomar tras el ingreso de los manifestantes a la zona de invitados y el acceso no autorizado al área donde se encontraban los senadores. Esta situación tensa subraya las profundas divisiones y el descontento social que ha generado la reforma judicial propuesta, evidenciando la presión a la que está sometido el Poder Legislativo.
Un conflicto que sigue latente
El incidente es un reflejo del conflicto latente entre el Poder Judicial y los legisladores, quienes buscan avanzar en una reforma que, según los trabajadores, amenaza la independencia y la estabilidad del sistema judicial. Esta tensión ha convertido al Senado en un campo de batalla donde no solo se debaten leyes, sino también los límites de la democracia y la participación ciudadana en México.
El resultado de esta reforma, si logra ser discutida tras el receso, podría tener consecuencias profundas para la configuración del Poder Judicial en el país, así como para la relación entre los distintos poderes del Estado y sus ciudadanos.
Así se ve alguien con miedo… aterrado hasta los huesos. pic.twitter.com/zsAoK8xleS
— vampipe ⍨ (@vampipe) September 10, 2024