Genaro García Luna, exministro de Seguridad de México durante el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), comparecerá este viernes ante un tribunal federal de Nueva York por cargos de narcotráfico y por supuestamente haber aceptado sobornos supuestamente del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La Fiscalía federal del Distrito Este de Nueva York acusa a García Luna, que fue detenido el pasado 9 de diciembre en Dallas (Texas), de tres cargos de conspirar para traficar cocaína a EEUU y otro por falsos testimonios.
Según el fiscal federal Richard Donoghue, «García Luna es acusado de aceptar millones de dólares en sobornos del Chapo Guzmán mientras controló la Policía Federal» y era responsable de la seguridad en México.
El auto de acusación sostiene, además, que entre 2001 y 2012 aceptó sobornos a cambio de brindar protección al cartel de Sinaloa para sus actividades de narcotráfico.
Recuerda, también, que entre 2001 y el 2005, el acusado dirigió la Agencia Federal de Investigación (AFI) de México (creada en 2001 bajo la residencia de Vicente Fox que le nombró al cargo) y de 2006 a 2012 fue el Secretario de Seguridad Pública, que controla la Policía federal, bajo la Presidencia de Felipe Calderón.
García Luna fue detenido tras los testimonios de varios narcotraficantes durante el juicio al Chapo, que se celebró entre noviembre de 2018 y febrero de 2019 y en el que el narcotraficante fue condenado a cadena perpetua.
Entre ellos destacó el de Jesús «El Rey» Zambada, exjefe de operaciones del Cartel de Sinaloa, quien aseguró haber sobornado a García Luna, con quien dijo se había reunido en un restaurante en dos ocasiones, y que en cada una de ellas le había entregado dinero.
La primera ocasión, según Zambada, fue en 2005 cuando García Luna era el jefe de la AFI, bajo el mandato de Vicente Fox (2000-2006), y el segundo al año siguiente, tras haber aceptado el puesto de Seguridad Pública con el presidente Felipe Calderón en la Presidencia.
La detención del exministro mexicano ha puesto en cuestión la guerra contra el narcotráfico lanzada por los anteriores Gobiernos mexicanos.
Para el actual jefe de Estado mexicano, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, el arresto de García Luna en Estados Unidos supone el fin de una época, la de la guerra militar contra el narcotráfico emprendida por Calderón y seguida por su sucesor, el presidente Enrique Peña Nieto.
A su vez, el actual secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, señaló el pasado diciembre que la estrategia de seguridad emprendida por los Gobiernos anteriores quedó reducida a «la trágica protección oficial del Gobierno de Calderón al Cártel de Sinaloa».
Por su parte, Calderón aseguró tras la detención de su exjefe de seguridad que desconocía «por completo» las acusaciones contra García Luna y defendió la estrategia de seguridad de su gobierno afirmando que esta «no era, ni remotamente, producto de las decisiones de un solo funcionario».