El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes un decreto que aumenta del 25 al 50 por ciento los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, sectores que considera fundamentales para la seguridad nacional y económica del país.
La medida, que entra en vigor este miércoles, busca frenar el ingreso de productos de bajo costo que, según el mandatario, ponen en riesgo a la industria siderúrgica nacional.
Objetivo: proteger la industria estadounidense
“Nadie podrá robarles su industria”, afirmó Trump días antes durante una visita a una planta de US Steel en Pensilvania, bastión histórico del acero estadounidense.
El decreto establece que los nuevos aranceles pretenden “combatir con mayor eficacia los excedentes a bajo precio” que siguen entrando a Estados Unidos desde países como Canadá, Brasil, México y Argentina, principales proveedores del país.
Impacto regional y respuesta internacional
Estados Unidos importa cerca del 50% del acero y aluminio que consume, siendo Canadá su mayor proveedor, seguido por Brasil, México y Argentina. Este incremento en los aranceles podría tener repercusiones en industrias clave como la automotriz y la construcción.
En respuesta, Canadá presentó una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que estas medidas violan los acuerdos internacionales de libre comercio.