Un nuevo ataque armado sacudió a Estados Unidos. Un adolescente de 14 años abrió fuego en el instituto Apalachee, en Winder, Georgia, dejando un saldo de cuatro muertos, incluidos dos estudiantes y dos profesores, y nueve heridos que fueron trasladados al hospital. El presunto atacante, identificado como Colt Gray, ha sido detenido y acusado de asesinato.
El horror en Apalachee: ¿Por qué?
El incidente ocurrió en un centro escolar de Winder, a pocos kilómetros de Atlanta. Según la Oficina de Investigaciones de Georgia, el tirador era un estudiante del mismo instituto. La policía local describe el ataque como «maligno», pero aún no se conocen los motivos que llevaron al joven a cometer esta atrocidad.
Las imágenes de la televisión muestran la angustia y confusión que se vivió en el lugar: estudiantes huyendo, padres desesperados intentando reencontrarse con sus hijos y un amplio despliegue policial con helicópteros y equipos de emergencia. El sheriff del condado, Judd Smith, advirtió que «llevará varios días hasta que tengamos respuestas sobre lo que pasó y por qué pasó».
Estas son las primeras imágenes del tiroteo escolar en la escuela secundaria Apalachee, en Georgia, donde se han reportado dos muertos.
Además de las dos muertes, se reportan cuatro heridos, uno de los cuales fue evacuado en helicóptero. pic.twitter.com/ekm15qCbui
— Noticias Telemundo (@TelemundoNews) September 4, 2024
Reacciones: del dolor a la exigencia de acción
El presidente Joe Biden se pronunció inmediatamente sobre el tiroteo, expresando su «duelo por las muertes» y lamentando «más violencia absurda». Biden aprovechó para renovar su llamado al Congreso a imponer restricciones más severas al acceso y uso de armas. «Lo que debía haber sido un alegre retorno a la escuela se ha convertido en otro horrible recordatorio de cómo la violencia armada continúa desgarrando a nuestras comunidades», declaró.
La vicepresidenta Kamala Harris también se sumó a las críticas, calificando la tragedia como «otra muestra de las tragedias sin sentido» que afectan al país. «Tenemos que poner fin a esta epidemia de violencia armada en este país de una vez y por todas», dijo Harris en un mitin en New Hampshire.
Desde el ala republicana, el candidato presidencial Donald Trump expresó sus condolencias a las familias de las víctimas, afirmando: «Estos niños amados nos fueron arrebatados por un monstruo enfermo y trastornado». Sin embargo, evitó referirse directamente a las políticas de control de armas que tanto debate generan en Estados Unidos.
Jill and I are mourning the deaths of those whose lives were cut short due to more senseless gun violence and thinking of all of the survivors whose lives are forever changed in Winder, Georgia.
Students across the country are learning how to duck and cover instead of how to… pic.twitter.com/ncjrdNxQUT
— President Biden (@POTUS) September 4, 2024
La angustia de las familias
Los testimonios de las familias de los estudiantes son desgarradores. Shirly Powers, abuela de uno de los menores, relató entre lágrimas que su hija la llamó aterrorizada desde el trabajo «gritando que había un tirador» en la escuela. «Me pedía que fuera para allá lo antes posible», contó. Mientras tanto, otra madre describió cómo la profesora de su hijo se encerró en el aula con los estudiantes, buscando protegerlos mientras escuchaban los disparos.
Un patrón sin fin
Este ataque es solo uno más en una larga serie de tragedias que han azotado a Estados Unidos en los últimos años. La facilidad con la que los jóvenes pueden acceder a armas de fuego sigue siendo un tema central en el debate político y social del país, y las reacciones de hoy muestran la urgencia de muchos de sus líderes por abordar la cuestión.
La comunidad de Winder, al igual que muchas otras, se enfrenta ahora al dolor y la incertidumbre. Se avecinan días difíciles mientras esperan respuestas y buscan un camino hacia la recuperación, con la esperanza de que, algún día, las escuelas puedan ser verdaderamente espacios seguros para todos.