Un estudio italiano que respalda la teoría de que el nuevo coronavirus circulaba fuera de China antes de lo que se pensaba ha generado dudas entre algunos científicos occidentales, que pidieron más pruebas.
Un artículo publicado por el Instituto Italiano del Cáncer (INT) describe la presencia de anticuerpos neutralizantes del SARS-CoV-2 en sangre extraída de pacientes sanos en Italia en octubre del año pasado durante un ensayo de detección de cáncer de pulmón.
Si los datos son correctos, cambiarían la historia de la pandemia y plantearían preguntas sobre cuándo y dónde surgió el virus, que fue identificado por primera vez en la ciudad china de Wuhan en diciembre.
No obstante, varios científicos entrevistados por Reuters dijeron que es necesario un examen más detenido.
«Vale la pena informar de estos resultados, pero deberían tomarse más bien como algo para hacer un seguimiento con más pruebas», dijo Mark Pagel, profesor de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Reading, en Reino Unido.
«Todos los pacientes del estudio eran asintomáticos a pesar de que la mayoría tenían entre 55 y 65 años y habían sido fumadores. Normalmente, este sería un grupo de alto riesgo para el COVID-19, por lo que es desconcertante que todos los pacientes fueran asintomáticos», agregó.
Un coautor del estudio dijo que planea realizar más investigaciones junto a sus colegas y pidió a los científicos de todo el mundo que contribuyan.
La Organización Mundial de la Salud ha dicho que el nuevo coronavirus y el COVID-19, la enfermedad respiratoria que causa, eran desconocidos antes de que se informara del brote de Wuhan. No obstante, señaló que no se puede descartar la posibilidad de que el virus haya «circulado silenciosamente en otros lugares».
Ha habido al menos 55.573.000 de infecciones reportadas y 1.336.000 muertes a causa del COVID-19 en todo el mundo desde que el virus se detectó por primera vez en China.
«DETECCIÓN INESPERADA»
China cree que el estudio italiano muestra que rastrear el origen del virus es un proceso continuo que puede involucrar a muchos países.
«China continuará trabajando con el resto de la comunidad internacional para contribuir a la cooperación global en la lucha contra el COVID-19 y otros virus», dijo Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, a periodistas en Pekín el martes.
El primer paciente italiano con COVID-19 fue detectado el 21 de febrero en un pequeño pueblo cerca de Milán, en la región norteña de Lombardía. No obstante, los investigadores italianos hallaron que el 11,6% de 959 voluntarios sanos inscritos en el ensayo de detección del cáncer entre septiembre de 2019 y marzo de 2020 tenían signos ya del coronavirus SARS-CoV-2, la mayoría de ellos mucho antes de febrero.
La Universidad de Siena llevó a cabo una prueba adicional de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 para el mismo trabajo de investigación, denominado «Detección inesperada de anticuerpos del SARS-CoV-2 en el período prepandémico en Italia».
Según mostró, en seis casos los anticuerpos pudieron matar al SARS-CoV-2. Cuatro casos se remontan a octubre de 2019, lo que significa que los pacientes se infectaron en septiembre.
«Este número (seis) es totalmente compatible con los errores de prueba y el ruido estadístico. Por estas razones, me parece que la prueba aportada para respaldar una afirmación tan extraordinaria no es lo suficientemente sólida», dijo Enrico Bucci, profesor adjunto de biología en la Universidad de Temple, Filadelfia.
«Mucho ruido y pocas nueces», dijo a Reuters Antonella Viola, profesora de patología general en la Universidad de Padua.
Información de Reuters