Donald Trump, presidente de Estados Unidos, tuvo una oportunidad de oro este lunes para mirar incisivamente al mandatario ruso Vladimir Putin y decirle, sin ningún atisbo de duda, que la intromisión rusa en la elección de 2016 fue totalmente inaceptable. Y advertirle también que si algo así continúa habrá grandes y graves sanciones por las que deba responder.
Pero eso no sucedió. Mientras permaneció al lado de Putin durante la cumbre entre Rusia y Estados Unidos en Helsinki, Trump hizo todo lo contrario. “Considero que ambos países son responsables”, aseveró el mandatario cuando respondió una pregunta de la prensa estadounidense sobre la interferencia rusa.
“Creo que Estados Unidos ha sido tonto. Todos hemos sido tontos. Todos tenemos la culpa”, remató. Luego se burló del FBI, de la investigación del fiscal especial Robert Mueller y de la comunidad de inteligencia de su país.
Quiero decir: ¿QUÉ? ¿Q-U-É?
Que no les quepa la menor duda sobre lo sucedido en Finlandia este lunes: un presidente de Estados Unidos –contrario a los descubrimientos unánimes de su comunidad de inteligencia y de la Comisión de Inteligencia del Senado, liderada por republicanos– intentó repartir la culpa de un adversario extranjero que interfirió activamente en una elección de su país para ayudarlo a él y afectar a su oponente.
Y lo hizo mientras estaba al lado del presidente de Rusia, un hombre a la cabeza de un país que no solo trató de influir en las elecciones de 2016, sino que también invadió y anexó Crimea su territorio y supuestamente envenenó a un exespía ruso y a su hija en suelo británico.
Este fue el momento más impresionante de una presidencia que está llena de instantes así. (A escala doméstica, su respuesta de “ambos lados” a la violencia por motivos raciales en Charlottesville fue igualmente sorprendente, pero la cumbre de este lunes establece un nuevo estándar para las implicaciones globales que tienen las acciones de Trump.) El mandatario no solo ha trabajado activamente para reformular la geopolítica con sus ataques a la Unión Europea y a la OTAN sino que, para este lunes, también dejó claro que confía en Putin por lo menos –y tal vez más– tanto como en sus propios funcionarios de inteligencia.
Con información de CNN en Español