Este miércoles 7 de mayo, 133 cardenales electores se encerrarán en la Capilla Sixtina, en el corazón del Vaticano, para iniciar uno de los procesos más solemnes de la Iglesia católica: el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, confirmó que todos los cardenales con derecho a voto ya se encuentran en Italia, hospedados en la Casa Santa Marta, el mismo lugar que sirvió de residencia al papa Francisco durante sus doce años de pontificado.
Ritos, seguridad y secreto absoluto
Bruni explicó que los cardenales podrán trasladarse a pie o en minibuses hacia la Sixtina, bajo estrictas medidas de seguridad. Además, desde este lunes, todo el personal vinculado al proceso –eclesiásticos y laicos– ha prestado juramento de secreto absoluto, con amenaza de excomunión para quienes lo rompan.
También se han sellado zonas cercanas del palacio apostólico como la Sala Regia y la Capilla Paolina, con el objetivo de preservar el aislamiento y la confidencialidad del proceso.
Capilla Sixtina ya preparada para el Cónclave. También se muestra la Sala de las Lágrimas, donde el nuevo Papa se revestirá tras ser elegido. Allí encontrará las sotanas blancas de tres tallas, la muceta y la estola con la que impartirá la bendición Urbi et Orbi tras el Habemus… pic.twitter.com/ljBBM7J14Q
— News Vaticano 🇻🇦 (@news_vaticano) May 6, 2025
El ritual del humo: señal de elección
Durante el cónclave, los cardenales permanecerán incomunicados: sin teléfonos, televisión ni contacto con el exterior. El mundo, mientras tanto, observará con atención la chimenea de la Capilla Sixtina: si el humo es negro, no hay papa; si es blanco, la Iglesia tiene nuevo pontífice.
Para que haya un resultado válido, el candidato deberá obtener al menos 89 votos, equivalentes a dos tercios de los electores.
En la última congregación general previa al cónclave, celebrada este lunes, participaron 179 cardenales (132 electores). Se debatieron temas esenciales como el derecho canónico, la misión de la Iglesia, la defensa de los pobres, la guerra, la crisis climática y la división dentro de la Iglesia.
Preparativos finales en San Pedro
El Vaticano ya ha colocado las tradicionales cortinas de terciopelo rojo en el balcón de la Basílica de San Pedro, desde donde el nuevo papa dará su primer mensaje «Urbi et Orbi» tras ser elegido.
La expectativa crece en todo el mundo católico: no hay un claro favorito, lo que añade incertidumbre al resultado. Mientras tanto, millones de fieles en la Plaza de San Pedro y frente a sus televisores estarán atentos, esperando el símbolo más simple y poderoso de todos: el humo blanco.