A pesar de la crisis de violencia que atraviesa Michoacán tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, la bancada de Morena y sus aliados rechazaron discutir una propuesta para otorgar recursos al estado.
La iniciativa, presentada por el diputado José Hinojosa Pérez, del Partido Acción Nacional (PAN), proponía destinar 10 mil millones de pesos para financiar el Plan Michoacán, anunciado días atrás por el propio Gobierno Federal como respuesta al incremento de la violencia.
Sin embargo, en sesión del Congreso, los legisladores de la mayoría oficialista, incluidos los representantes de Michoacán, votaron en contra de admitir la propuesta a discusión, lo que derivó en que la propuesta fuera desechada sin debate ni análisis.
El diputado Hinojosa calificó la decisión como una muestra del “abandono institucional” hacia las regiones más afectadas por la inseguridad. “Prometen reconstruir Michoacán, pero cuando hay que poner dinero sobre la mesa, simplemente se niegan”, declaró.
La negativa ocurre en medio de un contexto de creciente tensión en la entidad, donde la población exige mayor presencia del Estado y recursos para reconstruir las zonas devastadas por el crimen organizado.
Mientras tanto, el Plan Michoacán permanece como un anuncio sin presupuesto ni calendario de ejecución.
Con esta decisión, el Congreso federal cierra la puerta a una medida urgente para atender la violencia y la reconstrucción social en el estado, dejando en evidencia la falta de coherencia entre el discurso oficial y las acciones legislativas.


