Desde enero de 2007 hasta abril de este año, las autoridades mexicanas han registrado un asombroso total de 5,698 fosas clandestinas en todo el país. Estas cifras impactantes ofrecen un sombrío reflejo de la violencia que azota a México, donde más de 110,000 personas permanecen desaparecidas y se producen alrededor de 30,000 asesinatos al año, una hemorragia de violencia que parece no tener fin.
El fenómeno de las fosas clandestinas arroja luz sobre una de las tácticas preferidas por el crimen organizado en estos tiempos de lucha contra el narcotráfico y la delincuencia: desaparecer personas, ocultar sus muertes y su destino, evitando el ya de por sí debilitado sistema de justicia, que registra tasas alarmantes de delitos sin resolver.
En una investigación recientemente publicada, la organización Quinto Elemento Lab presenta la evolución de estos datos, recopilados de los registros acumulados a lo largo de los años por la Comisión Nacional de Búsqueda, una entidad adscrita a la Secretaría de Gobernación. El Gobierno cuenta con un sitio web que muestra un mapa de fosas clandestinas, pero Quinto Elemento Lab ha obtenido los datos brutos mediante solicitudes de información pública, confirmando así las estadísticas gubernamentales y organizándolas de manera geográfica y cronológica.
Estos registros revelan que los estados con el mayor número de fosas clandestinas son Veracruz, Tamaulipas y Guerrero. De hecho, entre estos tres estados representan más de la mitad de todos los hallazgos en el país. Veracruz encabeza la lista con 668 fosas clandestinas, mientras que Tamaulipas le sigue con 554 y Guerrero cierra el podio con 498. El año con más descubrimientos de fosas en Guerrero fue 2014, marcado por las intensas búsquedas relacionadas con los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.
No existe una gran diferencia entre los tres estados líderes y los siguientes en la lista, Sinaloa y Chihuahua, que superan las 400 fosas clandestinas cada uno, mientras que Colima y Zacatecas se acercan a esta cifra. En total, 18 de los 32 estados de México registran al menos 100 fosas clandestinas en su territorio. Sorprendentemente, se han encontrado fosas en 570 municipios, lo que equivale a aproximadamente uno de cada cuatro pueblos en México.
Comparando estos hallazgos con el mapa de fosas del Gobierno, se evidencia la intención de las autoridades actuales de separar sus registros de los de administraciones anteriores. Entre enero de 2007 y diciembre de 2018, México registró 2,835 fosas clandestinas, abarcando los mandatos de Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018). En los primeros cuatro años y medio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la cifra ascendió a 2,863. Esta realidad subraya el continuo desafío que enfrenta México en su lucha contra la violencia y la impunidad.