El gobierno que encabeza el empresario Donald Trump anunció que se retirará en 2018 de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, por considerar que esa agencia tiene un sesgo antiisraelí y necesita una “reforma fundamental”. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reveló que su gobierno también dejaría la entidad.
Netanyahu dijo que “es una decisión valiente y moral porque la Unesco se ha convertido en un teatro del absurdo y porque en lugar de preservar la historia, la distorsiona”, destacó.
El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, expresó que “entramos en una nueva era en las Naciones Unidas: la era en que, cuando se discrimine a Israel, habrá que asumir las consecuencias”.
Por su parte, la directora general del organismo, Irina Bokova, lamentó “profundamente” la decisión de Washington, que le fue notificada por el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson.
“En el momento en que la lucha contra el extremismo violento pide una inversión renovada en educación y en diálogo intercultural para prevenir el odio, es profundamente lamentable que Estados Unidos se retire de la agencia de la ONU que se ocupa de estos asuntos”, dijo.
El gobierno estadounidense ya había advertido, a principios de julio, que revisaría sus relaciones con la Unesco, tras tachar de “afrenta a la historia” su decisión de declarar al casco antiguo de Hebrón, en Cisjordania ocupada, “zona protegida” del patrimonio mundial.
Según Nauert, el argumento “financiero” pesó a la hora de decidir la salida de la institución. “Tenemos atrasos de pago del orden de 550 millones de dólares” respecto a la Unesco. “¿Queremos seguir pagando más dinero” para una organización “antiisraelí?”, preguntó.
No es la primera vez que Estados Unidos abandona la Unesco. Entre 1984 y 2003, dejó la agencia después de que el entonces presidente Ronald Reagan acusara a la organización de realizar una mala gestión financiera y de mantener un sesgo antiestadounidense.
El país volvió a integrarse la organización en 2003, cuando era presidente George W. Bush, pero en 2011 suspendió su participación financiera a raíz de la admisión de Palestina como Estado miembro.
Con información de Excélsior