En 2016, la Secretaría de Agricultura dispuso de una cuantiosa bolsa para otorgar apoyos al campo, pero debido a la falta de un padrón riguroso de los beneficiarios de los programas sociales, buena parte de dichos fondos fueron malversados por irregularidades diversas, como dar recursos a personas ya fallecidas o que no comprobaron haberlos utilizados para su fin original.
La Auditoría Superior de la Federación detectó las irregularidades en su informe sobre la cuenta pública 2016, donde el análisis realizado en uno solo de los mencionados programas reveló malos manejos por más de 130 millones de pesos.
De acuerdo con el organismo auditor, la Sagarpa operó 14 programas con un monto de 65 mil 157.4 millones de pesos, pero sin que hubiera un padrón exacto de la población por beneficiar, lo cual disminuyó el grado de certeza sobre la entrega de los recursos.
Se documentaron varios errores de aplicación del esquema el año antepasado, que generaron probables daños a la hacienda pública.
Con información de La Jornada