La tensión entre el sector judicial mexicano y los grandes inversionistas internacionales llegó a Hollywood. Los principales estudios cinematográficos del mundo —Sony Pictures, Netflix, Warner Bros. y Amazon Studios— hicieron un llamado al gobierno de Estados Unidos y al presidente Donald Trump para supervisar las decisiones del Poder Judicial mexicano, ante el temor de que algunas resoluciones puedan violar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y debilitar la protección de la propiedad intelectual.
La advertencia fue formulada a través de la Motion Picture Association (MPA), el organismo que agrupa a las principales productoras de cine y plataformas de streaming del planeta. En una comunicación dirigida a las autoridades estadounidenses, la MPA advirtió que el deterioro institucional y los cambios legales impulsados por el actual gobierno mexicano ponen en riesgo la seguridad jurídica de las empresas internacionales que operan en el país.
Según la información publicada por Reforma, los estudios alertaron que el actual clima de incertidumbre judicial podría afectar gravemente las inversiones del sector del entretenimiento y vulnerar los derechos de propiedad intelectual, pilares esenciales del T-MEC.
La MPA subrayó que “México representa un mercado estratégico para la industria global del entretenimiento, pero requiere garantías claras de respeto a la ley, a los contratos y a la independencia judicial”.
El pronunciamiento llega en un contexto crítico: mientras el gobierno federal insiste en reformas para controlar al Poder Judicial, la comunidad internacional observa con preocupación los posibles impactos sobre el comercio, la inversión y la libertad empresarial.
Para expertos en política internacional y comercio, el hecho de que empresas de Hollywood se pronuncien directamente ante Washington refleja una pérdida de confianza en la autonomía judicial mexicana. “Cuando el capital global exige supervisión extranjera, es señal de que las instituciones locales dejaron de ser creíbles”, señaló un analista consultado.
Si el gobierno de Estados Unidos decidiera atender el llamado de la MPA, México podría enfrentar una revisión formal dentro del marco del T-MEC, lo que representaría un golpe político y económico sin precedentes para la administración actual.

