Después de que el periodista Carlos Loret de Mola anunció su salida de Televisa tras 18 años de trayectoria, uno de los comentarios más polémicos fue el de la conductora de televisión Marta Guzmán.
“Trataré de no sonar agresiva. Pero quiero ser lo más honesta posible. No es ningún mártir ni le están coartando su libertad de expresión. Obtiene lo que se ha ganado por incongruente, vendido, arrastrado y no menos misógino. #MiOpinión #KarmaIsABitch”, escribió en su cuenta.
Guzmán dijo a la revista Quién que la relación laboral con Loret de Mola empeoró en los últimos dos años.
“Lo peor fueron los últimos dos años porque fue ahí cuando empezaron rumores muy fuertes sobre la vida personal de Carlos, por lo que nos prohibió a todos hacer algún tipo de comentario, ya sabes, tipo: “Ahí de ustedes que digan algo”. Si él suponía o le llegaba el chisme de que fulano o fulana dijo algo, ¡uy!, se armaba la cosa y nos reducía las participaciones o nos sacaba del aire”, dijo.
Estas son algunas de las preguntas hechas por la revista a la conductora:
¿Cómo fue tu salida del programa? Ahora sí, tu versión real de las cosas…
Fue un final sin explicación porque no me dejaron despedirme ni dijeron por qué salí. Lo único que hicieron fue poner videos chuscos sobre mí, pero todos saben que siempre echo relajo. De mi parte como conductora del clima o mis cápsulas de ecología, nada. No me despedí del público tampoco.
¿Cómo te dijo Carlos que ya no estarías más en el programa?
Me dijo: “Te tengo que decir que a partir de mañana ya no estás en Primero Noticias”. Me dijo que la había regado durísimo al dar una entrevista a Reforma cuando sabía perfecto que eso no lo podía hacer.
¿Qué dijiste en esa entrevista que molestó tanto a tu ex jefe?
Hablé de mis cosas. A él ni lo mencioné, de hecho, hasta esta entrevista con Quién he mencionado a Carlos por primera vez. Le dije que yo podía hablar de mis cosas como a mí me diera la gana, pero él insistía en que la había regado. En la entrevista hablé de los supuestos problemas o diferencias con una compañera (Laura G), y aunque ella sí había hablado mucho del tema, al parecer yo no podía hacerlo.
Esa compañera era la encargada de los espectáculos (Laura G)…
El incidente del zape que me dio en el programa fue una estupidez, pero no fue la única cosa que pasó entre nosotras, aunque sí una falta respeto. No éramos amigas, y de eso hablé en esa entrevista, no de ese señor (Carlos Loret). Me buscaron muchos medios después de las declaraciones de ella, así que yo sólo di mi versión, pero no en una revista de chismes, como las que sí dieron eco a sus declaraciones.
¿Cómo fue esa conversación con Carlos Loret?
Me citó en la oficina de un ejecutivo. Yo estaba en el News Center y cuando supe que era en la oficina de alto ejecutivo, entendí que la cosa era seria, porque yo no era de ir a oficinas chonchas. El ejecutivo estaba de viaje, pero me citó ahí, ¿para qué?, para amedrentarme, para intimidarme. Me dijo que yo no me podía despedir del programa y después agregó algo muy serio, me dijo: ”Aguas con lo que escribes en Twitter, es un medio del que todavía no sabemos los alcances que pueda tener”. Le dije que me estaba amenazando y me dijo “Tómalo como consejo”.
¿Cómo lo tomaste?
Me sentí muy mal, empezando por el lugar donde me citó, y más porque lo sentí como una amenaza tomada como consejo. Yo tenía un programa en Foro TV con Diane Perez, de entrevistas, pero ese día ella no fue, así que tuve que hacerlo yo sola.
¿Qué opinas de que supuestamente su salida responde a presiones por parte de presidencia?
A él (Carlos) es al único al que le conviene que se diga que se fue por criticar al presidente, pero todos sabemos que hay periodistas que realmente critican al gobierno y que lo han hecho siempre. Yo no creo que el presidente se tome la molestia de pedir que quiten o pongan a alguien en un noticiero. Para mí fue una salida sin explicación como muchas otras más, incluyendo la mía.
¿Cómo era Carlos Loret como jefe?
Corrió a varias colaboradoras, algunas de ellas extraordinarias, como a su jefa de información, a quien corrió frente a mí. Nadie me lo platicó, yo lo vi. Lo hizo de una forma muy agresiva, tronándole los dedos y diciendo: «Te largas”. Nadie podía decir lo que pensaba porque se molestaba mucho. Mi salida hizo más ruido porque yo estaba a cuadro, pero hubo muchos más.
Con información de revista Quién