Tal como lo anunció en el discurso de esta mañana, en el que sintetizó su legado político tras 50 años de militancia a favor de los sectores más vulnerables, el ex presidente de Brasil , Luiz Inácio Lula da Silva, partió desde la sede del sindicato de metalúrgicos de San Bernardo Do Campo, en San Pablo hasta la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba.
Salió caminando rodeado por la multitud que lo acompañó durante los últimos días en que la Justicia federal de ese país, con el aval político del gobierno de Michel Temer, decidió encarcelarlo y quitarle toda chance de presentarse en las presidenciales de octubre próximo. Lula logró salir del edificio tres horas después de lo previsto debido a que un grupo de manifestantes llegó a rodear la camioneta que lo esperaba impidió su salida para detener su entrega a las autoridades policiales.
El convoy se dirigió hacia un predio de la Superintendencia de la Policía Federal, donde lo aguardaba un helicóptero para trasladarlo al aeropuerto de Congonhas, en el barrio Lapa. Allí, el líder del PT era esperado desde temprano por una gran cantidad de personas que se movilizó hasta allí para expresarle su apoyo.
“El crimen que cometí fue sacar a millones de la pobreza”, dijo a la multitud en el acto que se hizo previo a su entrega y la alentó a tomar la posta de su lucha mientras esté preso. “Hay millones de Lula para andar por mí y no tiene como pararlos, no tienen cómo parar mi sueño”, avisó.
Lula, el candidato presidencial con mayor intención de voto en Brasil, dispuso cumplir la condena a 12 años de prisión por la nunca comprobada adquisición de un departamento mediante una operación que Moro interpretó como producto de un soborno. Sin embargo, nunca se probó que él o su esposa hayan aceptado ese inmueble ni que recibieran un título de propiedad ni que lo hayan alquilado y ni siquiera que hayan estado en ese lugar.
Su encarcelamiento fue resuelto luego de que el Supremo Tribunal Federal rechazara un hábeas corpus que presentó la defensa del ex presidente. Un fallo alineado con la pretensión del gobierno de Temer de impedir a toda costa que Lula pudiese volver a la primera magistratura.
Con información de Página 12