En un giro importante en el caso Ayotzinapa, fiscales estadounidenses planean utilizar conversaciones interceptadas a sicarios de Guerreros Unidos durante y después de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014 como evidencia en el proceso contra Adán Zenén Casarrubias Salgado, también conocido como «El Tomatito,» uno de los líderes históricos de esta organización criminal.
Según documentos judiciales a los que MILENIO tuvo acceso, el Departamento de Justicia de Estados Unidos busca utilizar estas conversaciones, obtenidas de Blackberrys intervenidas, como evidencia del tráfico de drogas que Guerreros Unidos realizaba desde Iguala, Guerrero, hasta la ciudad de Chicago. Estas comunicaciones podrían arrojar nueva luz sobre el trágico suceso.
Entre las conversaciones que se han hecho públicas, se destaca cómo varios miembros del cártel estaban al tanto de lo que ocurría en Iguala en relación con la desaparición de los estudiantes.
Estas revelaciones podrían tener un impacto significativo en el caso Ayotzinapa y potencialmente arrojar nueva información sobre lo sucedido en 2014. El juicio de Adán Zenén Casarrubias Salgado comenzará el 4 de marzo de 2024 en la Corte del Distrito Norte de Illinois.
El líder de Guerreros Unidos enfrenta nueve cargos por tráfico de heroína y dos por lavado de dinero, después de ser extraditado desde México en mayo de 2022. El testimonio y las evidencias presentadas en este juicio podrían tener implicaciones importantes para entender mejor los eventos que rodearon la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa y el tráfico de drogas asociado.