Con la escasez de antibióticos, soluciones intravenosas y alimentos, los días se tornan difíciles para Venezuela, “La muerte de un bebé es nuestro pan de cada día”, dijo Osleidy Camejo, una médico cirujano que trabaja en Caracas.
Un apagón se extendió por la ciudad y los respiradores de la sala de maternidad dejaron de funcionar.
Durante horas los médicos mantuvieron vivos a los recién nacidos enfermos bombeando manualmente aire en sus pulmones. Al caer la noche, cuatro más habían fallecido.
La crisis económica de este país desemboca en una emergencia de salud pública que causa la muerte de un número incalculable de venezolanos. Es solo una parte de una crisis mayor que se ha vuelto tan generalizada que el Presidente Nicolás Maduro decretó un estado de emergencia que ha aumentado los temores de que el gobierno colapse.
Los guantes y el jabón han desaparecido de algunos hospitales. A menudo, los medicamentos para el cáncer solo se encuentran en el mercado negro. Hay tan poca electricidad que el gobierno solo trabaja dos días a la semana para ahorrar la energía que queda.
Muchísimas son las historias entorno a toda esta crisis, cada una mas desgarradora y cruda que la otra, niños, jóvenes, ancianos, mueren, cada día, por las condiciones tan insalubres y deficientes de los hospitales.
Los médicos hacen lo que está al alcance de sus manos con lo poco que se les proporciona.
La tasa de mortalidad entre los bebés de menos de un mes de edad aumentó más de cien veces.
Esta nación tiene las mayores reservas de petróleo del mundo, sin embargo, el gobierno no ahorró dinero para los tiempos difíciles cuando los precios del petróleo eran altos.
Ahora que cayeron las cotizaciones del crudo, se proyecta una sombra destructiva por todo el país.
En enero los legisladores opositores declararon una crisis humanitaria, y este mes aprobaron una ley que permitiría que Venezuela aceptara ayuda internacional para rescatar el sistema de salud.
“Este es un acto criminal que no podemos aceptar en un país con tanto petróleo, y la gente se está muriendo por falta de antibióticos”, dice Oneida Guaipe, legisladora y exdirigente sindical en hospitales.
Pero Maduro rechazó esta propuesta en una alocución televisiva y la calificó como un intento de privatizar el sistema hospitalario y un ataque dirigido a su gobierno.
“Dudo que en otro lado del mundo, más allá de Cuba, exista un mejor sistema de salud que este”, dijo Maduro.
Un grupo de cirujanos se preparaba para remover un apéndice que estaba a punto de estallar, pese a que la sala de operaciones todavía estaba llena de la sangre de otros pacientes.
“Hay personas que mueren por falta de medicinas, niños que mueren por desnutrición y otros mueren porque no hay personal médico”, dijo Yamila Battaglini, una cirujana del hospital.
Con información de The New York Times