En un perturbador escenario que ha estremecido a la comunidad de Xochimilco, Ciudad de México, se ha registrado un alarmante incremento en los brutales asesinatos de perros. El hallazgo del cadáver sin órganos de un canino, con claros signos de tortura, en el Bosque de Nativitas el pasado 13 de febrero, marca el tercer caso en lo que va del año y el vigésimo tercero desde junio de 2023.
Los cuerpos de estos animales, encontrados con espantosos signos de maltrato, han despertado el temor de que uno o más asesinos seriales de perros estén operando en la zona. Sociedades animalistas y activistas han alzado la voz desde el primer registro de estos horripilantes crímenes, exigiendo a las autoridades una acción inmediata para identificar y castigar a los responsables.
Las autoridades, sin embargo, parecen haber hecho caso omiso a las llamadas de auxilio de la comunidad. A pesar de las demandas de instalar cámaras de vigilancia, aumentar el patrullaje y mejorar la iluminación en la zona, los dirigentes locales han mostrado una preocupante pasividad frente a esta problemática, denunciada con vehemencia por activistas y residentes.
La falta de respuesta por parte de las autoridades ha generado un creciente descontento entre la población, que ve con impotencia cómo estos actos de crueldad continúan sin control. La diputada Ana Villagrán y organizaciones como Salvemos a Benito han hecho un enérgico llamado al jefe de Gobierno, Martí Batres, para que tome medidas urgentes y efectivas para detener esta ola de violencia.
La situación, además de constituir un grave atentado contra los derechos de los animales, plantea serias preocupaciones sobre la seguridad ciudadana en la zona. El riesgo de que individuos capaces de cometer actos tan despiadados puedan representar una amenaza para la comunidad humana es innegable, y demanda una respuesta inmediata y contundente por parte de las autoridades pertinentes.
Ante la gravedad de la situación, la Brigada de Vigilancia Animal (BVA) ha intensificado sus patrullajes en el perímetro del Parque de Nativitas. Sin embargo, estos esfuerzos no han sido suficientes para detener la cadena de atrocidades que continúa cobrándose la vida de inocentes animales.
La indiferencia de las autoridades frente a esta problemática ha generado indignación y frustración entre los ciudadanos, que exigen justicia para las víctimas y medidas efectivas para garantizar la seguridad de toda la comunidad. En un momento en el que la protección de los derechos de los animales y la seguridad ciudadana se ven amenazadas, la acción conjunta y decidida de la sociedad y las autoridades se vuelve más urgente que nunca.