La reunión en Polanco que lo destapó todo
Una investigación periodística reveló que a finales de 2021 se celebró en un departamento de Polanco una reunión que conectó directamente al hijo del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador con una de las redes de tráfico de influencias y huachicol más poderosas del país.
Los asistentes fueron Gonzalo “Bobby” López Beltrán; Amílcar Olán Aparicio, señalado como prestanombres central de “El Clan”; el vicealmirante de Marina Manuel Roberto Farías Laguna (hoy detenido); y el empresario potosino Arnold Rojas Tame, apodado “El Señor de los Tanques” por su control del contrabando de combustibles en trenes provenientes de Estados Unidos.
Según fuentes cercanas, este encuentro fue el punto de arranque para fortalecer las operaciones del huachicol, combinando poder político, respaldo militar y capacidad empresarial.
Los vínculos y el papel de los hijos de AMLO
El propio presidente admitió que su hijo Gonzalo “Bobby” López Beltrán lo “ayudaba de manera honoraria” en la supervisión del Tren Interoceánico en el Istmo de Tehuantepec. Un encargo que supuestamente carecía de salario, pero que abrió puertas estratégicas para negocios multimillonarios relacionados con logística ferroviaria y transporte de combustibles.
Amílcar Olán Aparicio, socio y amigo cercano de los hijos de AMLO, fue quien ejecutó parte de estos movimientos financieros. Se sabe que trasladó operaciones por más de 3,000 millones de pesos y actualmente se encuentra en Suiza.
El Clan y la complicidad política
La red conocida como “El Clan”, de la cual Amílcar Olán es pieza clave, combina a prestanombres, militares de alto rango y empresarios que han operado bajo el paraguas de la 4T. Farías Laguna, detenido recientemente, controlaba junto con su hermano Fernando (prófugo) partes sensibles de la Marina que facilitaban la circulación de combustibles ilícitos.
Arnold Rojas Tame, por su parte, garantizaba las rutas del contrabando ferroviario, asegurando el flujo de gasolina ilegal desde Texas hacia México.
El silencio de AMLO
Lo más comprometedor es que, de acuerdo con el periodista Claudio Ochoa Huerta, el propio López Obrador supo de estos vínculos y nunca ordenó investigar. Ante la pregunta de la reportera Reyna Haydée Ramírez sobre Amílcar Olán y la red de prestanombres, el expresidente respondió: “¡Estoy cayendo en tu provocación!”.
La omisión resulta difícil de explicar cuando se trataba de personajes cercanos a su familia y con denuncias crecientes de operaciones ilícitas.
¿Qué significa esto?
El episodio revela la contradicción más profunda de la 4T: mientras AMLO prometía erradicar la corrupción y desmantelar las redes del huachicol, su propio hijo y su círculo cercano habrían tejido relaciones con quienes controlaban este negocio multimillonario.
De pasar a ser símbolo de “honestidad valiente”, Morena queda exhibida como una maquinaria que protege a sus prestanombres, mientras sus hijos se mueven en la frontera entre política e ilegalidad. El Clan sigue operando, y la justicia, como tantas veces en México, parece reservada para los enemigos del poder, no para quienes lo usufructúan desde dentro.