Juego de niñas para adultos parte de uno de los lugares comunes dentro de la historia de la fotografía: la atracción por el objeto antropomorfo, representado como doble del cuerpo humano, pero al mismo tiempo como cosa inerte, que la da sentido diferente, un sentido moderno, al concepto de naturaleza muerta.
El núcleo de la muestra es una serie de fotografías de muñecas dañadas y recicladas, colocadas en espacios también vetustos y lóbregos, en lo que parece una puesta en escena luctuosa de la transición entre diferentes experiencias de la vida. La muñeca es un juguete infantil, pero es un espacio de adultos. Ese espacio no solo es físico, sino, sobre todo, mental y fantástico. La muñeca es representada aquí como un objeto del inconsciente que simboliza la inocencia perdida y el duelo.
Con tales exploraciones técnicas y formales, esta muestra da cuenta del impacto que tiene en la obra de Marcela Lobo la transición de la pintura a la fotografía, lo que se aprecia en su énfasis en las superficies, tanto como en su apego a la puesta en escena y la intervención física del objeto fotográfico. Rituales de despedida de Marcela Lobo contó con la colaboración de Jorge Ayala y la curaduría de Juan Antonio Molina.