Los padres siempre estamos preocupados por el desarrollo y la educación de nuestros hijos y queremos que esta sea la mejor, por este motivo muchas veces nos vemos envueltos en un torbellino de consejos e ideas de cómo es la mejor forma de educarlos sin fallar en el intento.
Dentro de los errores que algunos cometemos al tratar de educar a nuestros hijos para que estos crezcan felices sin algún tipo trauma que les pueda dejar una educación deficiente, es que erróneamente pensamos que lo mejor es convertirnos en sus amigos más que en sus padres y empezamos poco a poco a ceder a todas su peticiones y relajamos las reglas y límites impuestos en casa.
Es importante mencionar que los niños necesitan reglas y limites, ellos harán de todo para hacernos caer en la tentación de dejar las reglas para otra ocasión. Las peleas constates desgastan a los padres más que a los hijos, ellos pueden llorar y hacer berrinches repetidas veces en el día y los padres no estamos preparados para aguantar tanto desgaste, y ellos lo saben. Así que esto se convierte en una buena estrategia.
Debemos entender que lejos de causarles alguna frustración al negarles ciertas cosas esto más bien les fortalecerá su personalidad y los llevara a entender que no siempre se puede cumplir todos sus caprichos o exigencias. Es importante explicar por qué no se puede cumplir esa petición que no es una negación solo porque la quieres imponer y que tienes argumentos para no cumplirla.
Es importante siempre mantenerte en el rol de Padre con la jerarquía que ese puesto te da y se debe asumir con toda la responsabilidad que eso conlleva, tú hijo debe entender que tú estás ahí para guiarlo, protegerlo, educarlo, cuidarlo y que esto no significa que no podrán reír juntos, jugar juntos, pasar momentos increíbles juntos pero como su padre no como su amigo porque un amigo él puede encontrarlo en cualquier parte y lo que necesita en este momento es un Padre que lo guíe por el camino que ya ha transitado.
Muchas veces pasa que los padres no sabemos cómo decir «No», muchas veces por miedo a que nuestros hijos tengan un comportamiento negativo con nosotros o porque sabemos que de inmediato nos vamos a enfrentar a un berrinche de tal magnitud que lo queremos evitar a cualquier costo, es ahí donde empieza el error ya que ellos crecerán manipulando todo de esta forma hasta que se conviertan en adolescentes tiranos, solo que será una responsabilidad compartida porque tú contribuiste a que esto pasara.
Como padres sabemos cuándo decir «No», no te reprimas hazlo saber a tu hijo explica tus razones y ayudarlo también a él a decir «No» cuando lo sienta. Como en toda relación la comunicación es principal factor para que las cosas funcionen, pero esta debe ser clara sin mentiras y sin presiones.
A veces un «No» a tiempo es la muestra de amor más grande que podemos dar a nuestros hijos.