Durante los últimos años ha repuntado las investigaciones mediante el uso de satélites; la NASA y la Agencia Espacial Europea, son líderes en este ámbito al poner más satélites en órbita que constantemente están realizando mediciones y estudios sobre características específicas del planeta para poder determinar, en pocas palabras, la salud de la Tierra.
Algunos de los satélites han llegado al límite de su vida útil por lo que están siendo reemplazados.
Uno de ellos es el satélite TOPEX/Poseidon de la NASA: lanzado en 1992, su vida útil terminó en enero de 2006: este satélite midió la superficie del océano con precisión de 4.2 cm (tomando en cuenta que su órbita es a cientos de km) ayudando a monitorear el fenómeno de El Niño de 1997 – 1998 además de ofrecer una mejor comprensión de la circulación de los océanos y sus efectos globales en el clima.
Ante la retirada de TOPEX/Poseidon fueron lanzados los satélites Jason-1, Jason-2 y Jason-3 siendo este último el que continúa realizando las mediciones del nivel del océano que están relacionadas con la temperatura superficial ocasionada por el fenómeno de “El Niño”.
Un icono en la exploración espacial es el telescopio Hubble cuya vida útil está por terminar. En próximos meses será lanzado el Telescopio Espacial James Webb (JWST) que será capaz de captar la luz de las primeras estrellas y galaxias del Universo primitivo emitida hace 13,500 millones de años. También pondrán en órbita el Wide Field Infrared Survey Telescope (WFIRST) el cual tendrá una vista 100 veces más potente que la del telescopio espacial Hubble. WFIRST ayudará a los investigadores en sus esfuerzos para desentrañar los secretos de la energía oscura y la materia oscura, y explorar la evolución del cosmos buscando posibles mundos que podrían ser adecuados para la vida.
La Agencia Espacial Europea ha puesto en órbita los satélites Sentinel-1A y Sentinel-1B de 5 satélites que pertenecen al programa Copérnico. Este es el programa de observación de la Tierra más ambicioso de la historia, diseñado para proporcionar información precisa, actualizada y de fácil acceso para mejorar la gestión del medio ambiente, comprender y mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la seguridad ciudadana.
Los satélites Sentinel proporcionarán un conjunto único de observaciones: Sentinel-1, es capaz de observar la superficie de la Tierra en cualquier condición meteorológica, de día o de noche: Sentinel-2, tomará imágenes ópticas de alta resolución para monitorizar la superficie de nuestro planeta; Sentinel-3 (ya en órbita), transportará varios instrumentos para llevar a cabo una larga serie de estudios de la Tierra y de sus océanos; Sentinel-4 y Sentinel-5, medirán la composición de la atmósfera desde la órbita geoestacionaria y una órbita polar respectivamente.
Finalmente, satélites de tan solo unos cuantos centímetros, llamados “CubeSats” son mandados al espacio donde participan los centros de investigación habituales y universidades alrededor del mundo.
Los “CubeSat”, desarrollados con fondos de la NASA, evaluarán la posibilidad de señalar un pequeño satélite con precisión con el fin de probar la transferencia de datos por láser a velocidades de hasta 200 Mb/s. También estarán a prueba nuevos sistemas de control de satélites pequeños y de las comunicaciones, observaciones de la Tierra, comunicaciones de radioaficionados y un transpondedor de banda X para ciencia por radio.
El lado malo de todo este desarrollo en la exploración espacial son los cientos de lanzamientos entre satélites, exploradores, cohetes, estaciones espaciales y muchos de los componentes utilizados, o los mismos satélites obsoletos, se quedan flotando en el espacio orbitando la tierra como basura espacial con el potencial peligro que esta basura pueda ingresar a la Tierra como un pequeño meteorito produciendo un impacto en superficie.
Ingresa a esta página para darte una idea de qué es lo que orbita la Tierra: http://stuffin.space/
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