El miércoles 21 de diciembre, se cumplen 22 años de despertar del Popocatépetl siendo una constante la formación de domos de lava que han sido destruidos por explosiones moderadas a fuertes. El último de estos domos, el No. 71, fue confirmado el pasado lunes mediante un sobrevuelo de Cenapred (con apoyo de la Policía Federal).
¿Qué tan grande es el domo de lava No. 71?
Para tener una mejor perspectiva, el domo más grande del que se tiene registro (en estos 22 años de actividad) fue el formado a partir de noviembre hasta diciembre de 2000 con un volumen estimado entre 15 a 19 millones de m3.
Durante la fase más intensa de la formación de este gran domo de lava (12 al 19 de diciembre), se registró tremor armónico de gran amplitud el cual indica el ascenso de magma a una taza muy alta cuya sismicidad fue detectada por algunas estaciones del SSN (de la red sismológica común) y percibido ampliamente por las poblaciones en un radio de 15 km junto con el aumento de otros parámetros como la emisión de dióxido de azufre y deformación del edificio volcánico.
El domo de lava actual (imagen portada), formado durante el 29 y 30 de noviembre de este año, mide aproximadamente 280 metros de diámetro por 50 metros de espesor y un volumen estimado de 3 millones de m3. Este domo apenas tiene el 17% del comparado con el domo No. 12 y los valores sísmicos medidos durante su proceso de formación, junto con otros parámetros, están muy lejos de alcanzar los niveles máximos.
¿Y todo eso qué quiere decir?
Generalmente, los domos que se han formado son destruidos durante explosiones cuyo tamaño/fuerza es proporcional al tamaño del domo emplazado, es decir, domos grandes requieren grandes explosiones y viceversa.
Para el caso del domo No. 12, pasaron varios días de relativa calma hasta que durante la tarde del 22 de enero de 2001, se registró una explosión muy fuerte que generó una columna eruptiva superior a 10 km de altura, flujos piroclásticos extendiéndose hasta 6 km sobre la ladera oriental del Popocatépetl y un lahar (flujo de lodo) por derretimiento del glaciar + material volcánico que se detuvo a tan solo 1 km de Santíago Xalitzintla, Puebla.
El escenario más probable con la actividad actual del Popocatépetl, es que ocurran una o varias explosiones que puedan deshacerse de ese domo de lava siendo el mayor peligro la ceniza que pueda emitir y sus efectos sobre la salud acentuando las enfermedades respiratorias durante esta temporada de frío; otro escenario, pero menos probable, es que vuelva a incrementarse la sismicidad derivando en el crecimiento del domo de lava lo cual podría motivar a un cambio de alerta volcánica (hacia amarillo fase 3) si es que el comité científico asesor (grupo interinstitucional de investigadores) así lo recomienda.
Un punto muy importante a tomar en cuenta para futuras erupciones es que, a raíz del domo No. 12, la profundidad del cráter disminuyó con el emplazamiento de los domos posteriores que fueron dejando capas de lava y escombros. Esta menor profundidad aumenta la posibilidad del desbordamiento de los domos con derrames que podrían generar flujos piroclásticos o avalanchas de escombros como lo hemos podido observar en el Volcán de Colima durante sus etapas de mayor actividad como la de julio de 2015.
Ante la alta probabilidad que durante los próximos días o semanas se generen explosiones, además de seguir las recomendaciones de Cenapred y Protección Civil, hago énfasis en que se debe respetar el radio de seguridad de 12 km por muy tentador que pueda ser acercarse y tomar todas las previsiones ante la caída de ceniza en las comunidades aledañas al volcán. Si puedes, toma fotos desde tu ubicación para documentar esta parte del ciclo de construcción y destrucción de domos de lava del Popocatépetl.
Referencias:
“Historia de la actividad el volcán Popocatépetl: 17 años de erupciones”
Cenapred
“Resumen de la actividad del volcán Popocatépetl de diciembre de 1994 a mayo de 2001”
Cenapred
Álbum fotográfico Cenapred.
¡Opina, comparte y súmate a la prevención!