Herramientas como la inteligencia artificial (IA) son desarrolladas por empresas con intereses comerciales, pero instituciones como la UNAM tienen el compromiso de estudiar su utilidad y aprovechamiento desde una perspectiva académica y plural, comentó la directora del Centro de Enseñanza Para Extranjeros (CEPE), Anel Pérez Martínez.
Por ello, prosiguió, estas discusiones se enfocan en un desarrollo de pensamiento de la investigación, de la formación de ciudadanía de un código de ética para trabajar con esta tecnología digital en la enseñanza de la lengua y la cultura, respondiendo a intereses de la educación y no del mercado. Esa es la gran tarea de este Segundo Coloquio Internacional Usos de la IA en la Enseñanza de la Lengua y la Cultura: Una mirada crítica.
El encuentro es organizado por el CEPE, la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC) y la revista Decires, se realiza en línea y cuenta con la participación de integrantes de instituciones educativas mexicanas, entre ellas de universidades de Veracruz, Guanajuato, Guadalajara, así como España, Italia, Argentina, Brasil, Canadá, China, Estados Unidos, entre otros.
A su vez, Emma Jiménez Llamas, editora responsable de dicho medio de comunicación, recordó que la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha señalado que debido al potencial transformador de la IA para las sociedades humanas es crucial para dotar a los estudiantes -y a quienes trabajan en el sector educativo- de los valores y conocimientos adecuados para su práctica eficaz y cocreación activa.
Con ella coincidió Marina Kriscautzky Laxague, directora de Innovación en Tecnologías para la Educación de la DGTIC, quien enfatizó que se requiere de una visión crítica sobre su empleo, pues es el personal docente quien mejor la aplica.
No dudo que en el caso de la IA se descubra cuál es la utilización que podemos darle en la enseñanza sin abusar ni perder de vista que ha sido desarrollada por empresas; pero debemos hacerlo de manera crítica, pensar bien cuándo, por qué y para qué o quiénes serán los beneficiarios, además de identificar el momento para incorporarla a la docencia.
Inteligencia aumentada
Posteriormente, durante la charla magistral Immersive Intelligence: Al-enhanced Language Learning in Virtual Worlds, la especialista de la Universidad de Harvard, Nicole Mills, expuso que desde hace tiempo académicas, académicos y expertos en Estados Unidos han creado foros de debate sobre el manejo, por parte de los estudiantes, de herramientas como ChatGPT, especialmente entre lingüistas.
Los debates se han basado en las dinámicas de interacción entre las personas y las tecnologías, la perspectiva sociomaterial, lo que se conoce como inteligencia aumentada -donde el individuo y la máquina trabajan de manera sincronizada- pero lo que han consensuado es que se necesita enseñar a alumnas y alumnos con IA, dijo.
Se ha diseñado un curso de enseñanza de francés con herramientas inmersivas, donde interactúan con entornos y personajes diseñados especialmente para practicar lo más parecido a la vida real. Les permite completar labores de habla y de escritura del lenguaje que se adaptan a las capacidades de cada uno, mediante un sistema de autorregulación.
Mills propuso aprovechar este sistema de desarrollos que integran diversidad, oportunidad y personalización para que alumnas y alumnos aprendan de forma más eficiente los contenidos en el aprendizaje de otros idiomas.