El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaría preparando una estrategia militar directa contra los cárteles del narcotráfico en México, incluyendo ataques a instalaciones y a líderes criminales en territorio mexicano, de acuerdo con un reportaje difundido por NBC News.
La información, obtenida de fuentes cercanas al equipo de seguridad nacional del mandatario, indica que la administración Trump considera acciones unilaterales y preventivas si el gobierno mexicano no logra contener la violencia y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Según el reporte, se trataría de operaciones quirúrgicas, con el objetivo de “neutralizar” objetivos específicos vinculados a las redes criminales que operan en la frontera.
“Trump ha instruido a su equipo revisar todos los escenarios posibles, incluyendo el uso limitado de fuerza militar y drones de ataque, si los cárteles continúan operando impunemente en México”, señala el medio estadounidense.
La propuesta reaviva la tensión diplomática entre ambos países, especialmente después de que el propio Trump declarara recientemente que “México está siendo liderado por los cárteles” y que Estados Unidos “tiene derecho a defenderse”. Estas declaraciones han sido interpretadas como un reto directo a la soberanía mexicana, y una posible antesala a políticas de intervención militar bajo el argumento de seguridad nacional.
Desde el entorno de la presidenta Claudia Sheinbaum, no se ha emitido aún una respuesta oficial, aunque fuentes diplomáticas mexicanas expresaron “preocupación” por la escalada del discurso y advirtieron que cualquier acción militar extranjera en territorio nacional “sería inaceptable y violatoria del derecho internacional”.
Analistas consultados por medios internacionales advierten que este tipo de declaraciones podrían tener un trasfondo electoral, ya que Trump ha utilizado históricamente el tema del narcotráfico y la migración como ejes de su narrativa política. Sin embargo, especialistas en seguridad señalan que una intervención armada directa tendría consecuencias impredecibles para la estabilidad regional.
De confirmarse estos planes, sería la primera vez que Estados Unidos contempla abiertamente acciones militares dentro del territorio mexicano desde la intervención de 1914 en Veracruz.
La noticia llega en un momento de alta tensión bilateral, marcado por el incremento de la violencia en México, los señalamientos de corrupción en instituciones estatales y la creciente presencia del crimen organizado en amplias regiones del país.


