Recorrerán 3 mil 500 kilómetros de territorio estadounidense en bicicleta para dejar un mensaje de unidad de Norteamérica y de rechazo contra el discurso de odio que pronuncia su presidente Donald Trump.
Santiago Izeta, estudiante de Filosofía en la UNAM, le propuso a su colega de triatlón Santiago Guzmán que hicieran un viaje largo sobre dos ruedas. “Va, al Niágara en bicicleta”, le contestó este como broma. Sin embargo, esa broma se transformó en realidad y desde diciembre del año pasado, empezaron a planear su travesía desde Nuevo Laredo hasta llegar al Niágara, en Canadá.
El viaje que inició ayer domingo 11 de junio les exigirá recorrer 120 kilómetros diarios durante 35 días. El desgaste físico estará condicionado al intenso calor, al frío, la lluvia y hasta al corredor de tornados en Estados Unidos.
“El año pasado estaban a tope todos los discursos y prejuicios en Norteamérica. Hay que aprovechar el viaje para dar un mensaje: tres mexicanos cruzando por el corazón estadounidense. Queremos conocer al verdadero Estados Unidos para demostrar que hay más cosas que nos acercan de las que nos dividen”, comenta Izeta.
El tercer miembro del equipo es Pablo Argüelles, estudiante de Historia, también de la UNAM, quien consideró que “es un momento histórico. Vamos a cruzar por el corazón de Estados Unidos: desde Texas, Luisiana, Arkansas, Misuri, Illinois, Indiana, Ohio, Pensilvania y Nueva York”, la mayoría Estados donde Trump triunfó.
Argüelles los acompañará en un automóvil rentado y a la par realizará un documental de la hazaña en el que incluirá el contexto de cada una de las ciudades y pueblos que visitarán. “Sobre la bicicleta llevaremos cinco kilos entre ropa, refacciones, la casa para acampar. Pablo servirá para cualquier imprevisto”, asegura Guzmán, quien cursa la maestría en Matemáticas.
Los triatletas y universitarios empezaron a entrenar desde enero cuatro horas diarias. La hidratación y la ingesta de calorías es su principal preocupación. Cada séptimo día tendrán un descanso y dormirán en parques nacionales.
“Nos cuesta trabajo imaginar qué son 3.500 kilómetros de distancia. Será algo difícil que la gente dimensione qué es estar cinco horas en bici”, refiere Argüelles, el encargado de documentar cada momento.