En 2017, los trabajadores mexicanos en el exterior, la mayoría de ellos residentes en Estados Unidos, enviaron a sus familias 28 mil 771.3 millones de dólares, informó ayer el Banco de México. El monto, sin precedente desde que existe registro, superó en 6.6 por ciento al de un año antes.
Durante cuatro años consecutivos el flujo de remesas alcanza registros históricos. La última vez que se registró una disminución en este flujo fue de 2012 a 2013, cuando bajó moderadamente de 22 mil 400 a 22 mil 300 millones de dólares. De entonces a la fecha, la aportación de los migrantes no ha dejado de aumentar.
La depreciación del peso y el aumento en las tasas de empleo de mexicanos residentes en Estados Unidos son dos de las razones económicas que explican el crecimiento de las remesas en este primer año de la administración del presidente Donald Trump, que comenzó el 20 de enero de 2017.
Con información de La Jornada