Se trata de “una ventaja genética”, según lo han denominado un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, quienes, a través de un estudio, concluyeron que que las personas que son flacas y mantienen su peso por más de que coman en grandes cantidades tienen una especie de “ayuda” en sus genes, que evita que suban de peso en cualquier circunstancia.
Según informa el portal EurekAlert, este estudio nació de la idea por saber por qué pese a estar en un entorno de acceso a las comidas rápidas y ricas en calorías, y de llevar una vida sedentaria, algunas personas logran mantenerse delgados. Incluso, si comen en grandes proporciones.
De esta manera, el equipo de investigadores, encabezado por Sadaf Farooqi, analizó el ADN de casi 14.000 personas (1.600 delgados, 1.985 con seria obesidad y 10.433 con peso normal), y encontraron algunas características genéticas relacionadas con la obesidad grave y algunas vinculadas a la delgadez.
“Como estaba previsto”, las personas obesas tienen “un puntaje de riesgo genético más alto que las personas con peso normal”.
Por otra parte, Farooqi afirmó que “las personas delgadas y sanas generalmente son así porque tienen un menor lastre de genes que aumentan las posibilidades de tener sobrepeso” y “no porque son moralmente superiores o llevan una vida saludable, como algunos sugieren”.
El experto señaló que –con estos nuevos descubrimientos de la ciencia- se puede concluir que “tenemos mucho menos control sobre nuestro peso de lo que podríamos pensar”.
Con información de RT