La demanda de viviendas a raíz del sismo del 19 de septiembre derivó en incrementos de hasta un 50 por ciento. Por ‘‘ventas de pánico’’ en zonas afectadas se vive un éxodo de habitantes hacia colonias Santa María la Ribera, San Rafael y Tabacalera, así como a la zona conurbada con el estado de México.
Federico Sobrino Bracamontes, del Instituto de Administradores de Inmuebles, explicó que los daños causados por el sismo de magnitud 7.1, han derivado en abusos en términos de arrendamiento.
«Los propietarios de edificios ubicados en el corredor Roma-Condesa, Narvarte y Del Valle, que no presentaron mayores afectaciones, subieron su renta de 9 mil a 14 mil pesos, por ejemplo, aprovechándose de la necesidad de la gente de contar con un espacio céntrico», explica.
Otros han puesto en venta sus propiedades, aun cuando la situación ‘‘no es tan trágica como se decía, lo que tiene un impacto negativo de 10 a 15 por ciento en el valor inmobiliario, bajo el argumento de que perdió plusvalía, cuando deben esperar a ver cómo se comporta el mercado’’, señaló.
Prevé que una vez estabilizada la situación, las rentas se incrementarán 15 por ciento en promedio, pero en estos momentos ‘‘se están dando abusos, porque la gente quiere estar en un lugar céntrico y existe una demanda de 10 mil viviendas en arrendamiento’’.
Con información de La Jornada