Exmilitar estadounidense enferma por vacuna Covid-19

Recientes

Atlas a la venta: Orlegi explora salida de los rojinegros tras fin de la multipropiedad

Grupo Orlegi ha iniciado el proceso de venta del Club Atlas, confirmando los rumores que apuntaban al fin de su vínculo con el equipo tapatío. La medida resp...

‘Severance’ lidera las nominaciones a los Emmy 2025: conoce a todos los contendientes al gran premio de la TV

La temporada de premios televisivos está en marcha y los Emmy 2025 prometen una gala histórica. Severance, The Studio y The Bear encabezan la lista de nomina...

Bailarina cayó al mar en despedida de buques japoneses; marino mexicano se lanzó al rescate

Acapulco, tierra de calor, marejada brava y ahora… cuna del show más improvisado del año. Resulta que en plena ceremonia de despedida de los buques japoneses...

México multa con 185 millones de pesos a CIBanco, Intercam y Vector por fallas en prevención de lavado de dinero

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ha impuesto una multa histórica de 185 millones de pesos a tres instituciones financieras mexicanas: CIBanc...

¡Gracias a la serie! Exigen derribar estatua de Doña Florinda en su pueblo natal.

¿Te acuerdas cuando Doña Florinda le gritaba al Chavo y todos nos reíamos? Bueno, pues ahora la risa se volvió pleito, y no en la vecindad… sino en Juchipila...

Compartir

Karoline Stancik, una exmilitar estadounidense de 24 años, ha levantado una polémica al atribuir su enfermedad cardíaca a la vacuna contra el Covid-19 desarrollada por Moderna. Stancik, quien fue dada de baja del Ejército de Estados Unidos hace dos años, asegura que su condición médica se desarrolló después de recibir la vacuna mientras estaba en servicio activo.

Según Stancik, antes de ser inoculada con la vacuna en 2021, no presentaba síntomas de ninguna afección cardíaca. Sin embargo, tras recibir la dosis, comenzó a experimentar síntomas preocupantes que llevaron a su diagnóstico de síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS), una condición que quedó documentada en un informe de las Fuerzas Armadas.

La exmilitar compartió esta información con la periodista Catherine Herridge, quien la difundió a través de su cuenta en la red social X. «Stancik, que se sometió a una cirugía de marcapasos a principios de este mes, dice que nunca tuvo una prueba positiva para Covid-19», afirmó Herridge. Sin embargo, un portavoz del Ejército cuestionó las circunstancias de la liberación de Stancik del servicio activo y señaló que el término «daño por vacuna Covid» carece de pruebas objetivas y parámetros clínicos claros.

El informe militar sobre Stancik mencionó un posible vínculo entre la vacuna contra el Covid-19 o una infección por el virus con una «condición cardíaca debilitante». Sin embargo, también indicó que esta condición podría haberse agravado en personas con predisposición preexistente, lo que ha alimentado teorías de conspiración sobre los efectos de las vacunas.

También te puede interesar:  Más del 60 % de la población joven de México padece ojo seco

Karoline Stancik detalló sus síntomas tras recibir la primera dosis de la vacuna: «Sentí como una sensación de ardor en todo el cuerpo… Sentí como si se me estuviera formando un globo en el pecho«. Posteriormente, experimentó dolor en el pecho, tos, presión en las fosas nasales y dolores de cabeza. Estos síntomas se intensificaron tras la segunda dosis, desarrollando dificultad para respirar, dolor neuropático severo y una frecuencia cardíaca acelerada.

También te puede interesar:  Vacuna Sinovac parece segura en prueba a niños: investigador

Pese a sus afirmaciones, Stancik insiste en que su caso no es parte de una campaña antivacunas contra el Covid-19: «Mi historia, mi salud, es mía», subrayó. Su experiencia, sin embargo, pone de relieve la necesidad de continuar investigando los efectos secundarios potenciales de las vacunas y de mantener un diálogo abierto sobre la seguridad y eficacia de los tratamientos médicos.

La controversia en torno al caso de Karoline Stancik plantea preguntas importantes sobre la transparencia y la responsabilidad en la administración de vacunas.

Comentarios