Dieciocho continuas horas de trabajo tomó la obtención del corazón de un niño de cinco años y trasplantarlo a Dafne, de cuatro, para que vuelva a latir y con ello una nueva oportunidad de vida.
Fue un caso importante para los médicos ya que pocos casos se resuelven con éxito: cinco o seis infantes por año son candidatos a trasplante en este nosocomio y sólo dos o tres lo consiguen. Una tercera parte muere antes y otro tercio desarrollan complicaciones que los hacen salir del grupo de espera, explicó Alejandro Bolio, jefe del Departamento de Cirugía Cardiovascular, en conferencia de prensa.
La niña Dafne ha sido un caso especial ya que su padecimiento surgió de repente con un cuadro de fiebre, un derrame cerebral y pocos meses después el diagnóstico de miocardiopatía restrictiva: su corazón no estaba bombeando la sangre al organismo con normalidad.
La familia consiguió que su seguro de gastos médicos mayores cubriera el costo del equipo de apoyo ventricular externo, es decir, un corazón artificial para realizar las funciones que el suyo ya no hacía. Fue la primera niña en tener acceso a este dispositivo. Se le colocó en octubre pasado y con eso Dafne se recuperó físicamente; incluso volvió a caminar y tuvo tiempo para esperar la donación del órgano que le hacía falta.
Unos de los médicos que intervinieron a Dafne recordó que el 22 de junio de 2001 se realizó el primer trasplante de corazón. «Desde entonces se han efectuado 31 cirugías sustitutivas y podrían ser más. El problema es la falta de una cultura de donación en la sociedad, sobre todo cuando se trata de niños», explicó.
La madre de Dafne, la señora Maricela Guzmán, reconoció y agradeció a la familia del donador del corazón. Es un niño de la Ciudad de México que murió a causa de un tumor cerebral.
Con información de La Jornada