Las 70 tiendas Superissste que aún quedan en el país están en el abandono y son utilizadas para triangular millones de recursos públicos. Estas tiendas eran una prestación social de los trabajadores del Estado y abrieron su primera sucursal en 1953; en total, llegaron a funcionar 336 tiendas y farmacias en las 32 entidades federativas.
En la actualidad la deuda de Superissste suma 700 millones de pesos y su mercancía apenas vale 70 millones de pesos, dando como resultado un sorprendente manejo de los números y un alto nivel de corrupción detrás de este negocio.
“El Superissste mantiene las mercancías bajo un sistema de consignación, eso significa que si la mercancía no se vende tiene la posibilidad de devolverse, pero eso no lo realizan los empleados. Ahora mismo hay 10 millones de pesos de mercancías inservibles que llevan ahí varios años y que los administradores no han hecho nada para moverlas”, sostuvo quien investiga el caso.
Con información de Aristegui Noticias