El papa Francisco regresó de su visita a la isla griega de Lesbos con una docena de refugiados confinados hasta ahora en un campo.
Según una nota difundida por la Santa Sede bajo la firma del portavoz Federico Lombardi, Jorge Mario Bergoglio viaja de vuelta a Italia con tres familias de sirios que escaparon de la guerra. «El Papa», dice el comunicado, «ha querido dar un signo de acogida a los refugiados». Entre la docena de refugiados que serán acogidos por el Vaticano, hay seis menores de edad. Los miembros de las tres familias son musulmanes y provienen de Damasco, la capital del país, y Deir Ezzor, esta última provincia oriental controlada por el Estado Islámico. «Sus hogares», dice la nota, «han sido bombardeados».
Desde que fue elegido hace tres años, Jorge Mario Bergoglio ha insistido en que la Iglesia debe dar pasos concretos para la acogida e integración de los que huyen del hambre o de la guerra. “Los conventos vacíos no son nuestros, son para la carne de Cristo que son los refugiados”, expresó Francisco.
Pidió además a las “parroquias, comunidades y religiosas y monasterios” de Europa que abrieran sus puertas a las familias de migrantes.
Con información de El País