Con la intención de apoyar al gobierno en Afganistán, frente a los posibles enfrentamientos con talibanes y distintos grupos armados, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, incrementó la presencia a ocho mil 400 militares en ese territorio.
Obama mencionó que tomó la decisión para “garantizar que mi sucesor tenga una base sólida para el progreso en Afganistán, y la flexibilidad para encarar la amenaza del terrorismo a medida que va evolucionando”. Los asesores militares recomendaron replantear la estrategia de reducir el número de efectivos militares, para permitir a los aliados locales prepararse frente a contingencias y dar margen de acción al siguiente presidente estadounidense.
Con información de López-Dóriga.