Qué dijo y cómo lo justificó
Gerardo Fernández Noroña, senador de Morena, reaccionó con dureza después de que comuneros de Tepoztlán protestaran contra su casa valorada en 12 millones de pesos, construida sobre tierras comunales. Los llamó “señores feudales” y los retó con un desafiante: “Quiero verlo, que pasen por encima de mí y me quiten la casa”. Admitió además que desconocía que todo Tepoztlán está bajo régimen de propiedad comunal, lo que generó una “incertidumbre jurídica absoluta” en su inversión.
Comuneros y autoridades responden
Los comuneros de Tepoztlán se manifestaron frente al inmueble y recordaron que esas tierras fueron decretadas como comunales en 1929, por lo que no pueden ser vendidas ni escrituradas sin autorización de la asamblea. El comisariado indicó que la asamblea determinará el destino del terreno en un posible juicio agrario. El alcalde, Perseo Quiroz, agregó que estas tierras son sociales y no pueden convertirse en propiedad privada, advirtió irregularidades y responsabilizó a notarios que permitan fraudes documentales.
Capitalismo vs. propiedad comunal
Noroña defendió su postura cuestionando el régimen comunal: lo señaló como un mecanismo promotor de especulación inmobiliaria “brutal” y abogó por la certidumbre jurídica capitalista, insistiendo en que su crédito tenía soporte, aunque no contó con formalidad legal sólida.
Una figura pública que predica justicia debe saber dónde pisa. Noroña, sin escrituras, retando a sacarlo como si gobernara un rancho, no sube el debate: lo descarrila. Si defendía inversión y legalidad, debería demostrar respaldo legal, no retar a quienes sí conocen y cuidan el terreno. La soberbia, sin sustento jurídico, es apenas una declaración vacía.