En nuestro país el 80 por ciento de los niños de seis meses a cuatro años de edad no comen carne y sólo la mitad consume vegetales. Sin embargo, entre 62 y 90 por ciento de infantes ingieren dulces y refrescos.
Según estos datos, se explica que un tercio de niños y adolescentes vivan con sobrepeso y obesidad, y tengan riesgo cuatro veces mayor de desarrollar diabetes, afirmó Salvador Villalpando, jefe del departamento de gastroenterología y nutrición del Hospital Infantil de México Federico Gómez. Advirtió que es inadecuado dar a niños bebidas azucaradas o productos con exceso de sal.
México enfrenta un grave problema de salud que se resolverá solamente con prevención, asegurando que desde la gestación y el nacimiento los niños consuman los nutrimentos necesarios para un sano desarrollo.
Cada año, tan solo en el Hospital Infantil de México Federico Gómez 400 nuevos pacientes con obesidad se someten a tratamientos clínicos para bajar de peso pero únicamente 6 por ciento consigue reducir algunos kilos para llegar a la condición de sobrepeso.
Una guía elaborada en el Hospital, plantea que la alimentación complementaria a la leche materna debe iniciar a los seis meses de nacidos con porciones adecuadas y crecientes para cada grupo de edad y con productos de los cuatro grupos de alimentos: cereales, carne, verduras y frutas.
Lo inadecuado es dar a niños refrescos, leche entera de vaca antes del año de edad, así como alimentos de alta densidad energética con azúcar añadida, como jugos o yogurt de sabor.
Con información de La Jornada