Profepa investiga daños por basura espacial de SpaceX en Tamaulipas

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La caída de residuos tras lanzamientos de Starship preocupa por su impacto ambiental en el litoral mexicano.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) investigan los efectos ambientales provocados por la caída de residuos espaciales en Playa Bagdad y el Río Bravo, en Matamoros, Tamaulipas, tras recientes lanzamientos de la nave Starship de SpaceX desde Boca Chica, Texas.

Lanzamientos con consecuencias: fragmentos metálicos y vegetación calcinada

De acuerdo con la organización Conservación e Investigación de la Biodiversidad (Conibio Global), al menos 12 tanques metálicos de más de dos toneladas y otros residuos impactaron en zonas costeras y agrícolas luego de los vuelos del 27 de mayo y 18 de junio.

Durante un recorrido de inspección con científicos y autoridades federales, se encontraron fragmentos de hasta 25 kilos de peso que derribaron árboles y calcinación de vegetación en el delta del Río Bravo. El operativo también recolectó más de 150 kilos de residuos que incluyen plásticos, caucho, pegamentos industriales y fibra de vidrio.

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Amenaza a especies protegidas y al ecosistema costero

Uno de los mayores riesgos identificados por especialistas es la afectación al hábitat de la tortuga lora, una especie en peligro de extinción que anida en estas costas durante los meses actuales. La presencia de metales pesados y residuos sólidos podría interferir en los procesos de incubación y liberación de crías.

Conibio Global entregó más de una tonelada de basura espacial a las autoridades, recolectada previamente por un equipo de voluntarios.

Inspección técnica con respaldo presidencial

La movilización fue resultado de una instrucción directa de la presidenta Claudia Sheinbaum, luego de que el tema fuera planteado en una conferencia de prensa. A partir de ahí, Semarnat, Profepa y otras dependencias como la Secretaría de Marina, la Conanp, la Conapesca, y autoridades estatales, realizaron un recorrido terrestre y marítimo para documentar la magnitud del problema.

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Se tomaron muestras de agua, suelo y arena en cinco puntos críticos del litoral, las cuales serán analizadas para establecer un dictamen oficial sobre el impacto ambiental transfronterizo.

Posibles sanciones y acciones legales

Aunque todavía no se han emitido conclusiones oficiales, las autoridades mexicanas ya exploran la posibilidad de sanciones ambientales, acciones diplomáticas y demandas legales, en función del daño comprobado en ecosistemas como el delta del Río Bravo, el Golfo de México y su fauna protegida.

“Nos quedamos en shock de cómo se quemó todo, cómo los tubos salieron volando y son un peligro”, declaró Elías Ibarra Rodríguez, presidente de Conibio Global.

El caso ha generado un precedente importante en la discusión sobre la responsabilidad ambiental de las empresas aeroespaciales y el derecho de los países vecinos a proteger sus territorios de los efectos colaterales del avance tecnológico.

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