La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen de la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF), que incluye una medida histórica: la elección por voto popular de ministros, magistrados y jueces en 2025. Esta iniciativa, promovida por Morena, busca desmantelar lo que llaman «aristocracia judicial», pero ha generado intensas críticas y preocupaciones entre la oposición.
El dictamen, que podría ser debatido en el pleno desde el 1 de septiembre en la nueva legislatura, también propone la remoción de los 11 ministros en funciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quienes serían sustituidos por nueve nuevos ministros electos. Además, establece un proceso de votación para cientos de magistrados y jueces, así como la desaparición del Consejo de la Judicatura Federal, reemplazado por un tribunal de disciplina.
Morena introdujo una adenda que incluye la figura de jueces sin rostro para casos de delincuencia organizada, terrorismo y narcotráfico, con el objetivo de proteger la identidad de los juzgadores. No obstante, la oposición calificó la reforma como una “vendetta” y advirtió que la elección de jueces pone en riesgo su seguridad al exponer sus identidades en una boleta electoral.
El debate fue acalorado, con críticas desde el PAN, PRI y PRD, quienes argumentaron que la elección por voto popular podría convertir el proceso en un concurso de popularidad, comprometiendo la integridad del sistema judicial. Además, señalaron que la magnitud del proceso, con 5 mil 953 candidatos para 845 cargos, lo hace materialmente inviable.