La lucha por el control de Venezuela subió de temperatura este miércoles con una investigación que podría llevar a la captura del proclamado presidente interino, Juan Guaidó, quien llamó a nuevas manifestaciones, mientras el mandatario Nicolás Maduro pidió el respaldo militar y denunció planes para asesinarlo por parte de su homólogo Donald Trump.
«Sin lugar a dudas, Donald Trump ha dado la orden de matarme y le ha dicho al Gobierno colombiano y a las mafias de la oligarquía colombiana que me maten», dijo Maduro.
«Si a mí me pasara algo algún día, serían Donald Trump y el presidente de Colombia, Iván Duque, los responsables. Mientras tanto me seguiré protegiendo, tenemos buenos sistemas de protección, buena asesoría mundial, y además tenemos la protección mayor, la protección de nuestro Dios creador que me va a dar larga vida».
El pulso entre Maduro y el líder opositor mantiene en vilo a la nación que ahora encara nuevas y duras sanciones de Estados Unidos a su sector petrolero, origen de más del 90% de sus ingresos en divisas.
El Tribunal Supremo de Justicia, la máxima corte venezolana, impuso el martes por la noche una prohibición de viaje a Guaidó y congeló sus cuentas bancarias, en una aparente represalia por las sanciones petroleras de Estados Unidos, que dañarían aún más la ya tambaleante economía de la nación miembro de la OPEP.
Guaidó, un ingeniero de 35 años, es reconocido como el líder legítimo de Venezuela por Estados Unidos y la mayoría de los países del hemisferio occidental, en el mayor desafío para Maduro desde que asumió hace nueve años.
El legislador, que preside la Asamblea Nacional controlada por la oposición, busca nuevas elecciones con el argumento de que Maduro ganó un segundo mandato de manera fraudulenta el año pasado. Guaidó además ofrece una amnistía para tentar a los militares a abandonar el apoyo al jefe de Estado.
Hasta el momento, Maduro cuenta con la lealtad de los militares y es poco probable que retroceda. Rusia y China también son apoyos estratégicos, lo que le brinda respaldo diplomático frente a Washington en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Con información de Reuters