La vicepresidenta de Estados Unidos (EU), Kamala Harris, calificó su encuentro del martes con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, como «exitoso», y afirmó que ve en el país latinoamericano a un «socio» para frenar la migración desde Centroamérica hacia el norte mediante un mayor desarrollo en la región.
En el Palacio Nacional de Ciudad de México, desde donde despacha el mandatario, funcionarios de ambos países sellaron un memorándum de entendimiento para promover el desarrollo en las naciones del Triángulo Norte de Centroamérica: El Salvador, Guatemala y Honduras.
Harris y López Obrador pasaron más de una hora en reuniones privadas, así como en conversaciones más amplias que incluyeron a miembros de sus equipos, dijo un asistente de la Casa Blanca.
Las reuniones se enfocaron en las vías para mejorar el nivel de vida de las personas, mientras que Estados Unidos comprometió un apoyo de 130 millones de dólares durante tres años que servirán para fortalecer los derechos de los trabajadores mexicanos.
Ambos gobiernos buscan mejorar las condiciones de vida en los países del Triángulo Norte de Centroamérica desde donde, cada año, miles de migrantes huyen de la violencia y pobreza con la intención de internarse en Estados Unidos.
Harris dijo en una rueda de prensa, luego del encuentro, que las causas de la migración en la región no se van a solucionar «de la noche a la mañana» y que hará «lo que sea necesario para tratar con las complejidades» del tema.
«El problema de las causas fundamentales no se resolverá en un viaje de dos días. Este es un problema de larga data, y en muchos casos es generacional», afirmó, luego de su visita a Guatemala y a su vecino del sur.
El gobierno de Joe Biden se comprometió a fomentar la inversión en el sur de México, incluidos préstamos para vivienda asequible, apoyo para fortalecer las cadenas de valor rurales en cacao, café y ecoturismo, y misiones de desarrollo comercial y empresarial para apoyar proyectos de infraestructura.
Ambos líderes acordaron aumentar la cooperación para asegurar aún más su frontera de casi 3,200 kilómetros y garantizar una migración ordenada.
Harris detalló que durante su reunión con el presidente López Obrador también se discutieron temas como un aumento a las visas de trabajo para personas que entran por su frontera sur, así como una reevaluación sobre las restricciones de viajes.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dijo más temprano que los principales temas de la reunión fueron la economía y el diálogo de alto nivel, cooperación para la seguridad, desarrollo en el sur de México y Centroamérica.
«Fue un encuentro muy exitoso», dijo en su cuenta de Twitter.
«NUEVA ERA»
Otro de los puntos que acordaron ambas delegaciones fue el impulso a la competitividad económica regional, así como el compromiso de fortalecer un crecimiento económico en la región tras la pandemia del coronavirus y facilitar inversiones estadounidenses, particularmente en el sur de México.
Además, coincidieron en reactivar, desde septiembre, el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN), cuyo objetivo es promover la competitividad y la conectividad entre los vecinos y fomentar el crecimiento económico y la productividad.
Las dos delegaciones acordaron también establecer un grupo operativo para combatir el tráfico y la trata de personas, mientras que Estados Unidos se comprometió a brindar capacitación forense a funcionarios mexicanos para resolver los más de 82,000 casos de personas desaparecidas.
Asimismo, convinieron en celebrar una reunión de alto nivel sobre cooperación en materia de seguridad en el futuro próximo.
«Creo firmemente que nos estamos embarcando en una nueva era que deja en claro la interdependencia e interconexión entre naciones», dijo Harris al comenzar la reunión con el presidente mexicano.
López Obrador, quien asumió el cargo a fines de 2018, sostiene que la migración centroamericana debe atacarse combatiendo las causas que la generan: inseguridad, pobreza y falta de oportunidades laborales. «Nadie sale por gusto, lo hace por necesidad», reiteró el martes.
La administración de Biden se ha visto abrumada por la cantidad de niños y familias migrantes que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México y ha buscado ayuda de su vecino del sur para frenar dicho flujo.
En lo que va del año, 90,850 migrantes -mayormente de Honduras- fueron detenidos por autoridades mexicanas en su paso hacia el norte. Del total, un 20% eran menores de edad, según cifras del Instituto Nacional de Migración (INM).
El lunes, Harris estuvo en Guatemala y conversó con el presidente Alejandro Giammattei sobre la necesidad de combatir la corrupción y disuadir la migración centroamericana hacia el norte.
Información de Reuters